Cada vez son más frecuentes las publicaciones en redes sociales de mujeres jóvenes promocionando una piel tersa, sin imperfecciones ni arrugas, con una nariz respingada o labios más voluptuosos. ¿El secreto? Inyecciones de ácido hialurónico , que se repiten cada algunos meses. Según indicó a TN, Jorge Wetzel, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, mujeres de entre 17 a 35 años, acuden a los consultorios por un cambio.
En los últimos años, este relleno dérmico el se volvió el producto elegido de preferencia para cumplir estas necesidades. Pero, ¿por qué tiene tanto auge, es seguro? Principalmente, porque promete ser una sustancia que se reabsorbe naturalmente en un lapso de 6 a 12 meses, dependiendo de la zona en la que se inyecte. Además, con la sustancia llamada hialuronidasa se puede degradar haciendo que su efecto desaparezca por completo.
Sin embargo, hace unas semanas, se despertó una polémica en Francia luego de que restringieran la venta libre del hialurónico en farmacias y sin prescripción médica. En este caso, el objetivo del gobierno francés es impedir que las personas se apliquen ellas mismas o con gente que no es profesional de salud.
A la polémica del ácido hialurónico también se sumó el posteo que realizó el cirujano plástico argentino, Andrés Freschi, en su cuenta de Instagram, en donde mostró una resonancia magnética de una de sus pacientes que se inyectó en reiteradas ocasiones. “La sustancia, de color verde, es ácido hialurónico (AH) que, fue colocado a lo largo de los años. Estas imágenes demuestran que la sustancia no se reabsorbe como dicen los laboratorios, sino que es acumulada en forma de vacuolas y perduran, causando inflamación crónica, retención de líquido y como consecuencias deformación facial”, explicó.
Sobre esto, Wetzel aclaró: “La sustancia es muy segura, podés ponerla en exceso porque te pasaste y con la hialuronidasa, podés hacerlo desaparecer de manera inmediata. El problema es que si la persona que se lo pone se excede y se lo pone en zonas poco móviles, como por ejemplo los pómulos, no es tan fácil que se degrade”. Además, resaltó: “El problema es quién es la persona que realiza estas inyecciones. Tenemos que poner el foco en que son procesos que deben hacerse por personal médico capacitado”.
El crecimiento del ácido hialurónico y la presión de los cánones de belleza
Hace poco menos de un mes, una joven influencer compartió en su cuenta de TikTok su experiencia con este relleno dérmico: “Nunca me hicieron un mal procedimiento, pero antes había otras modas, mi cabeza tenía otra claridad y pensaba que necesitaba deformame la boca y la cara, vaya a saber para qué”.
“Yo quería ponerme y ponerme, siempre que salía del consultorio quería más. En un momento tengo un flash de claridad mental y digo ‘bueno, es momento de parar’ porque sentía que había perdido mi esencia. No era yo”, explicó Walo, como se hace llamar en las redes sociales.
De esta forma, contó que fue en busca de algún especialista que dé con lo que ella quería lograr en su rostro, volver a ser ella. Así llegó a un médico estético y con mucha paciencia y trabajo tardaron meses para que su cara vuelva a ser la de siempre. “Cuando fui a sacármelo sentía como que en ciertas partes me había quedado encapsulado y como que estaba suelta la piel. Tuvimos que esperar meses para que todo se reabsorba”, indicó y advirtió: “Ojo con hacerse tantas cosas en la cara cuando realmente no es necesario y busquen un buen profesional, que sea médico.”
Ante esto, Jorge Wetzel detalló a TN que en muchos puntos de la Argentina el ácido hialurónico (A.H.) tomó preponderancia y le ganó en cantidad de pacientes a la toxina bolitínica, más conocida como bótox. También reveló que las partes del cuerpo que más se rellenan son los labios, principalmente.
“Cada quien tiene sus motivos para hacerse retoques estéticos, porque se quieren ver mejor o porque quieren mejorar algo y es válido. Lo que es importante es que entiendan la importancia de hacer estos procedimientos con un profesional y saber qué es lo que les van a poner”, indicó.