Curar un mate es una de las tradiciones más importantes en la cultura argentina. Si bien el mate es una bebida simple, el proceso de curación del recipiente asegura que el sabor amargo sea el adecuado y que no se sienta el gusto de la calabaza o de la madera si es nuevo. Antes de empezar a cebar, hay algunos pasos esenciales que debes seguir para preparar tu mate.

Mate y Yerba.

¿Qué es curar un mate?

Curar un mate consiste en preparar el recipiente antes de usarlo por primera vez. Esta práctica ayuda a sellar los poros del material (calabaza, madera, cuero o cerámica) y evita que el mate tenga un sabor desagradable. Además, ayuda a que la yerba mate mantenga su sabor puro durante más tiempo.

Cómo curar un mate paso a paso.

Paso a paso para curar un mate:

  1. Llenado inicial: Llena el mate con yerba mate usada o nueva hasta las tres cuartas partes del recipiente.
  2. Agua caliente: Añade agua tibia (no hirviendo) hasta cubrir la yerba. Deja reposar durante 24 horas.
  3. Desecha la yerba: Después del reposo, retira la yerba usada y enjuaga el mate con agua fría.
  4. Repetir el proceso: Repite los pasos anteriores durante tres días, cambiando la yerba y el agua diariamente.
  5. Secado: Deja secar el mate al aire libre, sin exponerlo directamente al sol, antes de comenzar a usarlo regularmente.

¿Qué pasa si no curas tu mate?

Si no curas tu mate adecuadamente, el recipiente puede absorber sabores no deseados y alterar el gusto de la yerba. En recipientes de calabaza o madera, es posible que el mate se agriete o incluso desarrolle moho.

 

La práctica hace al maestro. Cada mate es diferente y encontrar el punto justo requiere paciencia y dedicación. Lo importante es disfrutar del proceso y del momento.