Con la llegada del verano, nuestros hábitos alimenticios experimentan una transformación inevitable. El calor nos invita a buscar productos más frescos y livianos, pero ¿qué pasa con elementos fundamentales en la dieta diaria de los argentinos, como el pan y la pastelería? ¿Es posible disfrutar de estas delicias durante la temporada estival sin comprometer la salud y el placer gastronómico?
El pan, a menudo relegado en los meses cálidos, es en realidad un alimento versátil y compatible con el verano por varias razones. “El pan tiene un contenido graso muy bajo (entre 1 y 3 gramos por 100 gramos, dependiendo del tipo de pan). Las kilocalorías son casi iguales entre el pan blanco y el pan integral. Respecto a la fibra, las guías alimentarias aconsejan que la ingesta diaria esté entre 25 y 30 gramos, ya que 100 gramos de pan blanco e integral aportan 3,5 y 7,5 gramos de fibra respectivamente”, advierte Martín De Vit, técnico de Puratos, empresa belga Foodtech especializada en crear soluciones alimentarias para panaderías, pastelerías y chocolaterías.
“Es por tanto, un alimento muy adecuado para nuestra dieta también en verano. Y nos ayuda a alcanzar, según los expertos, las 4 y 6 raciones diarias de hidratos de carbono complejos que nuestro cuerpo necesita para su funcionamiento diario”, refuerza De Vit.
Según explica Sofia Mallaviabarrena, gerenta de Marketing de Puratos Argentina, Uruguay & Paraguay, el pan en sí mismo es un componente fundamental y puede presentarse en diversas modalidades gracias a las innovaciones en la industria, impulsadas por la investigación y la tecnología”.
“Hay que tener en cuenta que una alimentación saludable, sobre todo en los días de calor, es aquella que incluye todos los grupos de alimentos, sin restringir alguno. Solo se trata, de modificar la forma de prepararlos y cocinarlos de modo tal que puedan obtener platos frescos y livianos”, agrega.
"En verano, los consumidores buscan opciones frescas y livianas. El pan puede adaptarse a estas preferencias ofreciendo versiones más saludables y plant-based", comenta Mallaviabarrena.
La alimentación saludable es un tema en auge, y la demanda de productos plant-based está en aumento. Según la encuesta Taste Tomorrow, de Puratos, el 69% de los argentinos compra alimentos de origen vegetal, reflejando una tendencia que se equipara al promedio latinoamericano y superando el 56% a nivel mundial.
En Argentina, el 72% de los consumidores valora la presencia de ingredientes familiares al explorar nuevas opciones culinarias. La sostenibilidad, por su parte, también ha llegado a la pastelería y panadería argentina. "Chocolates de fuentes sustentables, frutas locales, versiones 100% vegetales y opciones de packaging eco amigables son decisiones conscientes que están marcando la pauta en la creación de dulces", destaca Malaviabarrena.
Los rellenos para pastelería con alto contenido de fruta natural, como frutilla, guinda, piña con trozos, frambuesa con pepas y naranja, son opciones frescas y saludables.
Sofía Mallaviabarrena destaca la oportunidad que brinda el verano para renovar propuestas creativas en la cocina. Los rellenos, elaborados con fruta natural, menos azúcar y sin colorantes artificiales, abren un mundo de posibilidades, desde exquisitos pasteles hasta mousses, galletas o helados.
Panificados saludables y sabrosos
El pan, con su contenido graso bajo y aporte equilibrado de calorías y fibra, es un aliado perfecto en verano. “El pan aporta al organismo hidratos de carbono de mucha calidad y si además se consume pan elaborado con harinas integrales conseguimos ingerir un pan con un índice glucémico inferior que evita la acumulación de la energía que aporta en forma de grasa en el organismo. Otros aportes interesantes del consumo de pan son su elevada cantidad en fibra, las vitaminas y minerales o las proteínas de origen vegetal que tan interesantes resultan en dietas veganas”, confirma Martín De Vit.