La tendencia de belleza más importante del momento es la estética limpia o clean, que va desde la piel glaseada hasta las uñas no makeup. Se trata de un acabado minimalista, el cual perfecciona tanto el cabello como el maquillaje y las uñas, de manera en que luce bonito, pulido y natural, como si no estuviera producido, aunque realmente lo está.
Si te interesa empezar a poner a prueba la tendencia, te recomendamos comenzar por tu manicure, ya que elevará tu look al máximo ya sea para ir a la oficina, para un evento de día o simplemente para presumir manos hermosas a diario.
¿Qué son las uñas no makeup?
Tal como lo dicta la estética clean, las uñas no makeup respetan la forma natural de la uña, pero perfeccionan su borde y superficie con esmaltes y herramientas para que se vea más brillante, suave, liso y uniforme. El resultado es muy bonito. Y aunque a simple vista pudiera parecer que así es tu manicure al natural (o que simplemente lo limaste), realmente el proceso es un poco más que eso.
Beneficios de unirte a esta tendencia de uñas
Las uñas no makeup son un upgrade a tus uñas naturales, ya que su terminado evoca elegancia, limpieza, cuidado y arreglo personal, discreción y hasta lujo si las combinas con los accesorios correctos. La mejor parte es que no importa si tienes uñas largas o cortas, ¡puedes hacer esta trend! Mantener tu longitud orgánica es lo que le dará ese aspecto natural y elevado a tus manos.
Por otro lado, el estilo de manicure es de bajo mantenimiento por los tonos nude y transparentes que se emplean, lo que quiere decir que no importa si las uñas crecen un poco, no se notará mucho y no tienes que correr al salón para retocarlas. Son todo un acierto para mujeres ocupadas o que no quieren invertir millones en estar haciendo citas con su nail artist.
¿Cómo hacer las uñas no makeup en casa?
Igual que en el no makeup-makeup en el rostro, la preparación es la parte más importante para que todo lo que desees aplicar encima se vea aún más pulido.
Así pues, lo primero que debes hacer es recortar tus uñas, empujar las cutículas, limar los bordes según la forma que desees y pulir la superficie con un bloque para lograr ese resultado on point. Luego, aplica un esmalte que funcione como prebase y perfeccionador para que unifique cualquier estría o textura desigual y, posteriormente, pasa a la parte de la magia, que es el esmaltado de color.