Eduardo y Ernesto Corona, cada uno por su lado, desarrollaron buena parte de sus carreras profesionales y empresarias en Europa, México y Estados Unidos. El destino quiso que estos hermanos volvieran a San Juan en el 2006 y se trasladaran con su experiencia, no sólo la vinculada a la tecnología, el software y los servicios informáticos, sino además la que aprendieron respecto de la solidaridad y la responsabilidad social.
Ya instalados y con su propia empresa de servicios de software en la que funciona una rama específica para el desarrollo de proyectos y la incubación de empresas es que consiguieron dotar de computadoras e Internet a la Casa Talitha Qum, un espacio de la Fundación Manos Abiertas dónde se rehabilitan chicos sin posibilidades económicas que padecen enfermedades neuromotrices. Esta herramienta significará por un lado tener acceso al mundo médico y por otro, tener un incentivo para avanzar en los tratamientos de cada paciente. "¿Qué chico o qué joven no quiere usar Internet? Todos. Creemos que las computadoras y la red les van a abrir un mundo de posibilidades", cuenta con orgullo Eduardo Corona.
Si bien BHP fue quien motorizó la ayuda, sus dueños reconocen que no fue sólo un logro de ellos, sino que fue un verdadero trabajo en red al que se sumaron varios protagonistas.
"Hacía rato que queríamos hacer algo por alguna entidad, dentro de nuestras posibilidades. Pero queríamos algo que no fuera pagar una cuenta sino que implicara otro tipo de compromiso y que a su vez significara acercarlos a la tecnología vinculada a lo que nosotros . Pregunté a la filial local de Red Solidaria y ellos me recomendaron este entidad. Nos pusimos a trabajar de inmediato. Nosotros les propusimos pagarles Internet y ayudarles en todo lo que necesitaran al respecto, pero apareció el primer inconveniente: no tenían computadoras. Entonces con nuestra gente más la colaboración de los jóvenes que se capacitan en el Centro de Reciclado de Computadoras (un programa dependiente de la Dirección de Capacitación para el Empleo y el Desarrollo Productivo del Ministerio de Desarrollo Humano) les arreglamos una compu vieja nuestra. Ya teníamos una computadora. Luego se sumó el Centro de Ingenieros con tres CPU más, monitores, parlantes, una fotocopiadora. Todo eso hay que actualizar. Para eso la firma Faldutti se comprometió a colaborar con los elementos necesarios para reciclarlas y ponerlas en red. Realmente comprobamos que entre todos es más fácil y que se pueden alcanzar los sueños", agrega Corona que estima que en los próximos quince días ya estará todo funcionando.
En la Fundación Manos Abiertas la ayuda fue muy bien recibida: entre todos sus integrantes ya piensan en qué van a utilizar las computadoras. Podrán acceder a consultas médicas, crear un blog para compartir las experiencias de rehabilitación y tratamientos y hasta dar cursos para los chicos (para eso habrá que adaptar las computadoras) o sus papás mientras esperan que termine la atención.
Mientras tanto BHP tiene otro desafío y es llevar Internet a la escuela albergue que funciona en el Jardín de los Poetas, algo que no es muy sencillo de concretar porque allí ni siquiera tiene servicio telefónico y como si fuera poco los cerros son un obstáculo para la conexión. De todos modos, no pierden las esperanzas de poder concretarlo con ayuda de otros. En fin, de eso se trata, los pasos que ya dieron en firme en esta red de ayuda.
