Todo eso que Noelia Ávila aprendió desde chiquitita y siguiendo el paso a paso ilustrativo de un libro, ahora se propone compartirlo para darle un "valor agregado” a regalos o inclusive a los objetos que comercializa cualquier negocio. El próximo sábado 13 y el domingo 14 de mayo -en la Galería Parral, ubicada en la calle Rivadavia al 141 oeste, en Capital- dará un taller por demás interesante de Origami orientado al armado de Packaging, con la premisa de "abrir el abanico de posibilidades que ofrece el arte del plegado de papel”. Algo que en tiempos de crisis o de "ventas flojas” cobra más notoriedad que nunca. 

"Cuando comenzamos a delinear el taller, buscábamos algo de utilidad para quien esté interesado, ya sea un comerciante, un artesano o sencillamente quien quiera sorprender a otro con sus objetos plegados. Así llegamos a la conclusión que el packaging es algo que siempre marca una diferencia, que aporta valor a un producto porque el envoltorio se convierte en un atractivo más”, argumenta quien a diario y desde hace años pone en práctica lo que dice, probando modelos, combinando colores y experimentando con distintos tipos de papeles.  

Además de enseñar los secretos para hacer diferentes clases de cajas, envases y envoltorios, desde los más simples hasta los más complicados y de las más variadas formas (triangulares, rectangulares, heptagonales, octogonales, etc), Noelia compartirá sus saberes para adaptar medidas y modelos según las necesidades del usuario o del objeto a guardar, también contará el legado de los grandes maestros de este arte antiquísimo, como el famoso Tomoko Fuse, un puntal en su emprendimiento de papel.  

"Para mí, el Ori -tal como llama a este arte- es una especie de juego y ese es el punto de partida que le propongo a la gente que quiera bucear por este mundo. Lo bueno es que se puede empezar de cero. Solo se necesita papel y ganas de hacerlo. Y a medida que uno va poniendo en práctica las técnicas también va aprendiendo a estar atento de los detalles y de ser cada vez más prolijo. Esas dos cualidades -básicas para este arte- es algo que se va desarrollando y mejorando con la práctica del origami, que en realidad lo único que pide es exactitud, para que se pueda cerrar la figura y lograr el objetivo. Más allá de ser una manualidad que incita a la creatividad, es una actividad super recomendable para la salud física y mental, tanto para niños como para grandes”, cuenta y aclara que al taller lo puede hacer cualquier persona ya que no requiere de conocimientos previos. Sólo un poco de paciencia y ganas. La ductilidad con las técnicas y secretos de un conocimiento milenario que se transmite de generación en generación. 
 
 

Chica Origami 

Noelia cuenta que incursionó en este arte de origen japonés a los 10 años. Pese a la calidad de sus trabajo, ella no tuvo un maestro de carne y hueso que le enseñara, al menos en sus inicios. Ella, nobleza obliga decirlo, descubrió el Origami hojeando de un libro que había en la biblioteca de su casa, material que llegó hasta allí, de regalo de parte de una amiga de la familia de Estados Unidos. "A mi "tía” le encantaban los libros y nos mandaba una caja cada Navidad. De esa forma conocí este mundo maravilloso. Se puede decir que empecé de forma autodidacta, con muchas horas de práctica, pero también grandes dosis de paciencia y perseverancia. Crecí y estudié Diseño Gráfico y entonces lo potencié mucho más. Hasta que me animé a transmitirlo a otros. Pero para eso, antes de enseñar hice cursos de capacitación docente y de organización de eventos, entre otras cosas. Dar esos pasos fue algo muy importante porque con cada perspectiva iba sumando conceptos y métodos para complementar lo que yo sabía. Actualmente, llevo mas de 10 años enseñando en diferentes puntos del país (NdR: y en ámbitos dónde saben del tema como el Jardín Japonés o el Centro Cultural de la Embajada de Japón en Buenos Aires) y también a nivel internacional (Chile, Perú, Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos y Japón) esto que tanto me apasiona. Debo reconocer que lo más divertido del Origami es que sigue siendo un desafío.

 

Eso es lo que más disfruto”, resume su historial artístico, esta profesional que combina las formas de papel, sus viajes y el estudio de la carrera de Realizador Cinematográfico en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC Cuyo) dependiente del Instituto Nacional del Cine y las Artes Visuales (Incaa). 

Ella tiene su propio emprendimiento bajo el nombre de Chica Origami (tiene su propia página en la web, en Instagram y en Facebook), donde ofrece productos y servicios de origami, lógicamente. Claro que rara vez toma los pedidos o proyectos como un trabajo. Para ella son son verdaderos desafíos. Basta con verlos para maravillarse de lo que Noelia hace con sus manos. Desde cajitas de bombones hasta ramos de novia que simulan rosas. Todo de papel. 

 

Para agendar 

El taller intensivo de Origami y Packaging tendrá lugar en Galería Parral, el 13 y 14 de mayo, en un horario super extendido: de 17 a 21 horas. Vale aclarar que como la enseñanza y la puesta en práctica van a la par, las clases tiene un cupo limitado. Para eso hay que inscribirse vía Facebook (en Parral Galería) ó por correo electrónico a hola@galeriaparral.com.  

El valor de los encuentros es de 850 pesos ya que incluye todo el material necesario, fundamentalmente los papeles especiales con que se hacen los envoltorios, sobres, bolsas, cajas, empaques. Por ende, los interesados solo tienen que ir con sus ganas de aprender a cuestas. 
 

 
Arte milenario 

Tan antiguo como las fibras vegetales que dieron origen al papel, el Origami es el arte de origen japonés del plegado de hojas o láminas de papel, para obtener figuras de formas variadas.  

Es una disciplina que tiene muchas finalidades: para muchos es un arte educativo (en el cual las personas pueden desarrollar su expresión artística y creativa), para otros es una manera de manifestación religiosa (en sus inicios se hacían ofrendas especiales para ciertas celebraciones japonesas). Algunos lo toman como pasatiempo y como terapia e inclusive, y en los últimos años se la ha estado considerando como un gran aporte a las ciencias y específicamente a las matemáticas (como recurso para el aprendizaje de la geometría por ejemplo).  

En el Origami no se utilizan tijeras ni pegamento o ganchos (salvo en aquellos objetos que se quiera aplicar peso, como por ejemplo bolsas de regalos o envoltorios que son convenientes reforzar con una gotita de plasticola, al menos) tan sólo se vale del papel y las manos. La particularidad de esta técnica es la transformación del papel en formas de distintos tamaños y simbología, partiendo de una base inicial cuadrada o rectangular que pueden ir desde sencillos modelos hasta plegados de gran complejidad. Los sujetos preferidos para modelar son animales (como las famosas grullas) y otros elementos de la naturaleza como flores, árboles, entre otros motivos. 

 

Por Paulina Rotman 
Fotos: colaboración Noelia Ávila