En el mercado laboral advierten una nueva modalidad laboral denominada "renuncia silenciosa", que se impone entre los más jóvenes. Básicamente consiste en que los empleados hagan lo imprescindible -y nada más que ello- en su puesto de todos los días.
Esta cultura, que parece estar creciendo entre los que se incorporaron más recientemente al mundo laboral, es una suerte de respuesta a la modalidad del exceso de trabajo, como forma de escalar posiciones.
La renuncia silenciosa, que se viralizó en TikTok, causó ruido entre los jóvenes, y se trataría de "simplemente hacer lo mínimo que se espera de uno en su trabajo".
Esta actitud, por supuesto, comenzó a generar "frustración" en quienes tienen cargos directivos en empresas, ante la renuencia de los empleados en el esfuerzo.
Según se advierte, no se trata de evitar hacer el trabajo, sino de tener una "vida significativa" afuera del mismo. El trasfondo es que, después de múltiples recesiones y una pandemia global, los millennials y la generación Z (la nacida con el Siglo XXI), suelen no tener las mismas oportunidades laborales que tuvieron sus padres. Muchos de ellos esperaban una progresión relativamente sencilla en la vida, pero terminaron enfrentando contratos precarios e incertidumbre laboral.
Como respuesta a esta decepción, un estudio realizado por la consultora Deloitte descubrió que los jóvenes "buscan cada vez más flexibilidad y propósito en su trabajo, además de equilibrio y satisfacción en sus vidas".
Renunciar en silencio tiene como objetivo restablecer ese equilibrio, en situaciones donde el trabajo "sacó" tiempo de la vida personal, y en el que el salario, definitivamente, no mueve el amperímetro ni permite una evolución en la escala social.