Hace unos años, desembarcaron una serie de tratamientos de belleza para resaltar la mirada: perfilamiento de cejas, depilación con hilos o directamente tatuajes; maquillajes osados; pestañas postizas y extensión de pestañas.

Estas últimas alternativas son furor en nuestro país y a actúan sobre la base de pegamentos naturales e hipoalergénicos, utilizados a través de diferentes métodos y con mayor o menor naturalidad, según el profesional a cargo.

Las mujeres buscan longitud, volumen y densidad. El “XL” que ofrecían antes las marcas de rimmel ya no basta: ahora está de moda el XXXL. Con ese fin, llegó un sistema completamente nuevo y revolucionario: un delineador negro, que oficia como imán sobre el cual se colocan pestañas falsas.

Desde la empresa Ardell, uno de los emblemas de la industria del make up, explican: “Es tan fácil como aplicar el delineador magnético y colocar la pestaña encima”. Los expertos afirman que, de hecho, el procedimiento es algo más accesible y natural para las mujeres, ya que se emparenta con su rutina diaria.

 

“La mayoría de las mujeres están más acostumbradas a la aplicación de un eyeliner [delineador] que al pegamento. Así, es tan fácil como reproducir el gesto ya conocido del día a día y situar las pestañas encima”, detallan. Además, aclaran que el lápiz viene en versión negra y mate, siempre a prueba de agua (o “waterproof”), uno de los problemas que enfrentan quienes utilizan extensiones.

¿Cómo se remueven las pestañas “magnéticas”? Facilísimo: retirándolas suavemente y quitando el delineador con un limpiador a base de aceite (por ejemplo, el agua micelar mixta). Las pestañas son reutilizables, si se cuidan correctamente.

Desde la compañía, crearon otro método de acentuar los ojos, también a base de imanes, pero prescindiendo de delineador. En este caso, se utilizan dos juegos de tiras, ambas imantadas y colocadas alrededor de las pestañas. Eso sí, los párpados pueden sentirse más pesados.

Junto con Ardell, firmas de la altura de Catrice y Yolistar ya están adoptando esta nueva tecnología. 

 

Fuente: Rumbos