Cuando la lengua se succiona completamente contra el fondo de la garganta, la vía aérea se tapa y la respiración cesa. Cuando esto sucede, mientras más fuerte trate el roncador de respirar, más apretado se torna el sello en la garganta.

La obstrucción de la vía respiratoria no se destapa hasta que el nivel de oxígeno en el cerebro disminuye lo suficiente como para despertar al durmiente. La lengua entonces regresa a una posición normal y el sellado de la vía respiratoria se interrumpe, usualmente con sonido de sofocamiento o ahogo.

La apnea obstructiva es un desorden serio y crónico, que no se cura pero se puede controlar. Como resultado de la falta de aire la persona afectada se despierta total o parcialmente varias veces en el transcurso de la noche, afectando también el descanso nocturno. Es muy importante su diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado.

El ronquido se produce por una vía aérea estrecha. Esto sucede porque el aire viaja más rápidamente por un tubo delgado que por uno ancho. Este aire que pasa con rapidez causa que los tejidos blandos de la garganta (amígdalas, paladar blando y úvula) vibren. Es esta vibración la que produce el ruido del ronquido.

Los ronquidos son un fenómeno acompañante que puede contribuir a agravar la apnea del sueño, pero en ningún caso la produce. El ronquido por sí mismo puede ser inocuo, sin embargo puede transformarse en, o ser un síntoma de apnea obstructiva del sueño.

Síntomas

-Roncar habitualmente.

-Excesiva somnolencia diurna.

-Dolores de cabeza por las mañanas.

-Dificultad para levantarse por las mañanas.

-Falta de concentración y memoria.

-Baja de rendimiento en el trabajo.

-Pérdida o disminución del interés sexual.

-Garganta seca al despertar.

La apnea del sueño provoca problemas en la circulación sanguínea, en especial la cerebral. Al no recibir el cerebro el oxígeno suficiente durante la apnea, en pausas de respiración de diez segundos y hasta dos minutos, se presenta una baja en el rendimiento físico e intelectual del afectado, y si el padecimiento persiste, se produce entonces, la pérdida de funciones básicas como la concentración llegando hasta el olvido.

Conforme se agrava este mal, se ocasiona un daño cerebral intermitente que puede complicarse y tener graves consecuencias. Sin embargo, debidamente controlado este padecimiento, se pueden evitar.

Los expertos en la materia, manifiestan que este síndrome es una condición relativamente común y más notable en las personas que tienen exceso de peso.

Según la Revista Jama, de la Asociación Médica de los Estados Unidos, la apnea del sueño está relacionada con la hipertensión arterial (presión sanguínea elevada) en los adultos de edad media y avanzada.

Esta conexión entre la hipertensión y la apnea puede ser fatal, ya que la alta presión arterial puede llevar a consecuencias muy graves para la salud, como es el caso de un ataque cardíaco, hemorragia cerebral, arritmias, cardiopatía congestiva, infarto al miocardio o cerebral.

El estrés y la mala alimentación también son algunos factores de riesgo en la apnea obstructiva del sueño.