Actualmente la seguridad es un factor fundamental en el planteo general de una casa. Así es que cada día existen nuevas alternativas para intentar tener una vivienda contra robos, desde vidrios hasta puertas blindadas; o bien tener seguridad interna para evitar accidentes.
Para el primer caso vienen los vidrios de laminados, templados y de protección que resisten grandes golpes. Por eso se recomiendan para grandes paneles, puertas de acceso y protecciones de balcones y escaleras.
El vidrio laminado está compuesto por dos o más hojas unidas entre sí por una lámina de PVB (Polivinil Butiral). Ante la rotura, los trozos de vidrio quedan adheridos a la lámina. Actúa como barrera de protección y retención ante el impacto de personas u objetos. El más común, denominado 3×3.
El templado tiene una resistencia entre cuatro y cinco veces mayor al original. Se rompe en forma de pequeños fragmentos, con aristas sin filo. No es recomendable para grandes paños, puertas de acceso ni techos. Suele costar entre un 10 y un 20 por ciento más que el laminado.
El vidrio de protección está formado por dos hojas Float unidas entre sí mediante la interposición de una o más láminas de PVB, no necesita que las mismas sean del mismo tipo y espesor.
Aunque estos vidrios se pueden colocar en cualquier tipo de marco también existe la opción de aprovechar los existentes, utilizando láminas transparentes de seguridad de 3M, compuestas por un multilaminado de microcapas de polímeros que otorgan la mayor resistencia con el menor espesor. En caso de rotura del vidrio, el film evita el ingreso de esquirlas al interior y frena el ingreso de personas u objetos.
Las rejas también forman parte de la artillería para la seguridad del hogar, aunque los especialistas aseguran que todas son vulnerables a violaciones llegado el caso.
La separación que debe existir entre barrote y barrote no debe superar, en su parte más ancha, los 11 o 12 cm (si se logra pasar la cabeza, pasará el cuerpo). En cuanto a su grosor, varía de acuerdo a cada presupuesto. Lo recomendable es instalar barrotes de hierro, redondos o cuadrados, de 16 mm con una planchuela de 3×6 mm.
Las ventanas pueden ofrecer un punto débil, pero lo cierto es que la mayoría de los robos se producen rompiendo la puerta de entrada o violentando las cerraduras. Ante esta situación, es bueno saber que se pueden conseguir puertas a medida hechas en acero macizo de entre 1,6 y 2 mm de espesor que recubren internamente el material con el que está hecha la puerta. El grosor que dependerá del grado de exposición que tenga la casa o el departamento. Las mejores tienen costillas en forma de herradura y refuerzos interiores en forma de U que recorren el interior, lo que opone gran resistencia a ataques con palanca o criquet y las hace prácticamente invulnerables.
