Cómo hacer un divertido muñeco moldeable
Estos muñecos moldeables tienen efecto relajante, anti-estrés o sensoriales como a Saturna les gusta llamarlos, ya que con la imaginación y la colorterapia podemos conseguir el efecto deseado.
Vamos a necesitar:
- globos de colores
- harina
- embudo de plástico
- cuchara mediana
- botella de plástico pequeña
- pinza de madera
- cola blanca
- rotulador negro
- ojos de plástico
- restos de lana
- tijeras
Empezamos con la tarea de inflar el globo, solamente un poco, dependerá del tamaño que quieras el muñeco. Saturna no aconseja muy grande. Una vez hecho le introducimos el embudo de plástico y sujetamos con la pinza de madera para que no se nos escape.
Ahora tenemos que ir llenándolo de harina, bien con una cuchara pequeña o el otro método sería llenar la botella de plástico de harina y decantar la harina dentro del globo. Con paciencia y cuidado, ir amasando el globo hasta que quede uniforme y redondito.
Si ya lo tenemos, entonces quitamos la pinza y el embudo y procedemos a hacer un nudo. Ya está la base del muñeco moldeable, ¡compruébalo; es un gustazo!
Vamos a decorarlo. Saturna es una enamorada de los ojos de plástico adhesivos y movedizos, así que os los recomiendo, dan un efecto muy simpático y desenfadado. Son fáciles de encontrar, o también tienes la opción de crearlos y o pintarlos con la ayuda del peque. Tan sencillo como recortar unos circulitos de papel blanco, pintar su iris y pestañas, por ejemplo. Puedes añadir boca, sonrisa, pecas o mejillas.
Ahora, con los restos de lana y unas tijeras nos ponemos a cortar los mechones del pelo. Si tienes de diferentes colores mejor va a quedar. El truco consiste en hacer un manojo de hilos, un nudo en el centro, pegar con la cola blanca y dejar que caigan sobre el globo.
Cómo crear con tu peque adornos para el jardín
Vamos a necesitar:
- Molde de aluminio desechable
- Tijeras
- Cartón
- Bolígrafo de punta fina
- Rotuladores permanentes
- Palitos de madera (como los de los helados)
- Pegamento de contacto
Necesitamos cortar con las tijeras el fondo del molde de aluminio. Saturna recomienda que esta parte no la haga el peque a solas, hay que tener mucho cuidado con las esquinas y los bordes, es muy fácil cortarse… Una vez lo tenemos cortado, lo colocamos encima del cartón y con el mango de las tijeras lo alisamos por si tiene alguna arruga. Ahora el peque ya puede utilizar su imaginación y puede dibujar encima del aluminio sus diseños.
Seguidamente, el niño, supervisado por el adulto y con cuidado, recorta sus figuras. Una vez recortadas, ya las puede colorear con los rotuladores permanentes.
A continuación sólo tenéis que elegir la figura decorada y pegarla a un palito de helado. Y una vez haya secado, ¡ya está listo para decorar vuestras macetas!
Esta manualidad, sencilla y muy creativa, espero que tenga un efecto de interés por el niño hacia la decoración y fantasía al cuidado de las plantas. Deseo que os haya gustado y la disfrutéis con vuestros hijos y también podéis invitar a un amigo. Las actividades compartidas de los peques siempre son más amenas y motivadas.
Lluvia de colores
Vamos a necesitar:
- Lienzo
- Ceras de colores, al menos 16, dependerá del tamaño del lienzo.
- Pegamento de contacto o silicona de pistola
- Papel para forrar adhesivo.
- Tijeras
- Secador
- Una caja de cartón para ensuciar
Paso a paso
Vamos a dejar que los niños elijan el orden de posición de las ceras de colores, Saturna se inclina por el arco iris…Las pegamos en el lienzo con la ayuda del pegamento o de pistola, recomiendo poner la cola en el centro de la cera o sobre el lienzo e ir pegando uno a uno y con la punta hacía abajo.
A veces, las ceras de colores tienen envoltorio, podéis quitarlo si queréis, sería otro trabajito entretenido y de motricidad fina.
Ahora recortamos del papel para forrar un corazón del tamaño que queráis y ponedlo en el centro del lienzo, en este caso Saturna se decidió por un corazón porque es más fácil para que los niños recorten, pero podéis elegir el motivo que más os guste, simplemente pintar encima y recortar la forma con tijeras. Retirad el papel con las letras para que quede sólo la forma transparente.
Seguidamente, colocamos el lienzo dentro de la caja de cartón, para evitar manchar la mesa cuando la pintura caiga. Saturna aconseja poner el secador al máximo de calor y mínima velocidad. Si sale demasiado aire ¡ la pintura puede ir en cualquier dirección! Enfocad el secador a las puntas y dadle calor a las ceras para que se vayan derritiendo poco a poco. Este procedimiento durará unos minutos, pero enseguida vais a ver como comienzan a derretirse creando un efecto precioso. Con el aire del secador, puedes dirigir la lluvia de colores por donde quieras ¡pero tened en cuenta que puede salpicar!