Usar una crema antiarrugas de calidad y apropiada para nuestra piel es tan importante como aplicarla correctamente a la hora de conseguir los resultados que buscamos. En este sentido, puesto que es un ritual que muchas damos por sentado, tendemos a cometer ciertos errores con la crema antiarrugas que, aunque pueda parecer que carecen de importancia, impiden que nuestro cutis mejore visiblemente.

¿PARA QUÉ SIRVE LA CREMA ANTIARRUGAS?

Las arrugas de expresión son uno de los primeros signos del proceso de envejecimiento de la piel. Al sonreír, gesticular al hablar o llorar, se contraen los músculos faciales originando pliegues que desaparecen al relajar el rostro, como si se tratase de un muelle. Para ello es necesario que nuestras fibras de colágeno y elastina se mantengan en buen estado y la hidratación sea óptima. Con el paso del tiempo, esa elasticidad se pierde y los pliegues se quedan marcados cada vez durante más tiempo hasta que se hacen permanentes.

Con los años también se reduce el aporte de nutrientes y oxígeno a la dermis y la epidermis y se rompen o dilatan los capilares, haciendo que dejen marcas nada estéticas en el rostro. Para prevenir y combatir esos cambios debemos integrar una crema antiarrugas en nuestra rutina diaria y tratar de evitar estos errores tan comunes al aplicarla.

ERRORES CON LA CREMA ANTIARRUGAS

* Empezar a usarla tarde

Cada piel envejece a su manera y no existe una edad concreta a la que podamos determinar que un cutis es maduro. Y es que no debemos fijarnos en la edad cronológica sino en el estado de nuestra piel. Lo que ha de guiarnos son los cambios y señales que nos manda nuestra piel: aparición de arrugas, manchas, capilares, pérdida de volumen y flacidez. Lo que ocurre es que no debemos esperar a que aparezcan para comenzar a usar una antiarrugas, sino mucho antes para prevenir.

Por eso, ante las primeras arrugas de expresión oa partir de los 30-35, cuando aumenta la pérdida de colágeno y elastina es recomendable utilizar cremas hidratantes con principios activos antiedad que refuercen estos componentes y otros como el ácido hialurónico.

* Usar una inapropiada

Las cremas antiarrugas tienen diferentes formulaciones en función del tipo de piel y del problema a tratar. En primer lugar, la antiarrugas ha de ser adecuada para nuestro tipo de piel. Por ejemplo, con textura de gel si la tenemos mixta o grasa o una más untuosa si nuestro cutis ya presenta signos de sequedad.

En segundo lugar, debe contener ingredientes que traten los problemas que más nos preocupan: hidratación (como el ácido hialurónico), arrugas (como los retinoides), manchas y tono desigual (como la vitamina C), etc.

* Aplicarla sin limpieza

Si no limpiamos nuestra piel correctamente, nada de lo que apliquemos a continuación tendrá efectividad. La piel no lo absorberá. Por tanto, si nos saltamos el paso de la limpieza, tanto en la rutina de día como en la de noche, estaremos desperdiciando los cosméticos que aplicamos, ya sean sérums o cremas antiarrugas.

De hecho, por la noche es más que recomendable realizar una doble limpieza facial. Consiste en aplicar dos productos en lugar de uno para limpiar el cutis de las capas de producto, maquillaje y restos del ambiente que se acumulan todo el día. Así, en el primer paso se limpia la piel con un producto sin aclarado como el agua micelar o la leche desmaquillante. En el segundo paso se ha de usar un limpiador que requiere aclarado, como un gel o una espuma. De esta manera estaremos limpiando la piel en mayor profundidad y favoreciendo una mayor efectividad en el sérum y la hidratante que apliquemos a continuación.

* En el orden incorrecto

El orden correcto para aplicar la hidratante es después de la limpieza del cutis y el sérum. El primer paso permite eliminar suciedad, restos de cosméticos y células muertas para que los activos penetren y tengan eficacia. El sérum potencia y complementa la acción de la antiarrugas, haciendo que sea más efectiva y permitiendo que los resultados puedan verse antes.

* Aplicarla en el contorno de los ojos

Aunque en apariencia todas las cremas sean similares, lo cierto es que, puesto que la piel del contorno del ojo es más fina, delicada y propensa a las irritaciones, las cremas destinadas a tratarla cuentan con una formulación especial con un pH específico y un plus de hidratación, además de ingredientes para tratar las ojeras y la inflamación.

* Olvidar el protector solar

El fotoenvejecimiento contrarrestará los efectos de la hidratante antiarrugas si no aplicamos protector solar a diario. Aunque no debemos pensar en que esto implica un productos con textura untuosa, que deja la piel blanquecina y grasienta. Hoy en día podemos encontrar fórmulas muy cosméticas y agradables que no merman la capacidad de protección del producto ante el sol.

Para un correcto cuidado y prevención del fotoenvejecimiento, es conveniente elegir un protector solar de amplio espectro, con un factor alto y que se adapte a las características de nuestra piel (grasa, mixta, seca, sensible, etc.). Escoger entre una textura u otra es cuestión de gustos y necesidades de la piel. Otra opción es elegir una crema antiarrugas con factor solar.

* Aplicarla tensando la piel

A veces nos afanamos en estirar el cutis al aplicar la antiarrugas como si eso fuera a mejorar los resultados en su aplicación, pero nada más lejos. De hecho, el efecto puede ser el contrario al ejercer una excesiva presión en ciertas zonas. La aplicación correcta de la hidratante debe realizarse mediante un suave masaje con movimientos ascendentes.

* Olvidar cuello y escote

Sobre todo cuando estas zonas aún no presentan signos de la edad tendemos a olvidarlas en el ritual cosmético. Sin embargo, tanto la aplicación de la antiarrugas como la del sérum deben comenzar por esta parte y continuar en sentido ascendente hasta el rostro.

* No ser constantes

Tanto en el día a día como a largo plazo, debemos ser constantes en la aplicación de la crema antiarrugas a diario, mañana y noche, sin descuidar nunca la limpieza previa. Además, no podemos esperar resultados inmediatos, sino completar el tratamiento para observarlos.

* No dejar que absorba

Es importante que nos cercioremos de que la crema antiarrugas se integra en el cutis completamente antes de aplicar otros productos como la base de maquillaje. Para ello, podemos ayudar dando toquecitos por el rostro y el cuello con la yema de los dedos y darle unos minutos a la crema para que se asiente, por ejemplo, mientras nos vestimos o nos arreglamos el pelo.