Más allá de sus propiedades decorativas, tener plantas en casa te ofrece muchos otros beneficios: purifican el ambiente de manera natural cuando realizan la fotosíntesis absorbiendo a su vez los malos olores y ayudándote a dormir mejor, mejoran el estado de ánimo y favorecen la energía positiva, reducen el estrés y algunas de ellas, como los cactus, incluso absorben las ondas electromagnéticas que emiten los ordenadores.

Si además eliges una especie colgante darás un giro muy favorecedor a la decoración de tu casa. 

LA MÁS FÁCIL DE CUIDAR: TRADESCANTIA ZEBRINA

Si estás empezando en esto de la jardinería y buscas una planta bonita y fácil de cuidar, la Tradescantia zebrina es todo lo que necesitas. Originaria de Centroamérica, destaca por el llamativo color de sus hojas, verdes y plateadas por delante y púrpura por detrás. Además, se reproduce muy rápidamente y crece en todas las direcciones, lo que le dará un volumen precioso. Solo necesitará que la ubiques en un lugar con luz pero a salvo del sol directo, a una temperatura que no baje de los 10ºC y que la riegues dos veces a la semana en verano y cada 10 días en invierno. 

PARA INEXPERTOS: CEROPEGIA WOODII

También ideal para inexpertos en jardinería es la Ceropegia Woodi, una planta sudafricana de tallos largos y finos de los que nacen pequeñas hojas en forma de corazón, por lo que quedará genial en estanterías. Apta tanto para interiores como para exteriores, le encantarán los espacios con temperaturas entre los 16 y los 21ºC, aunque puede soportar algo más de calor. Para regarla, se recomienda seguir intervalos de entre una y dos semanas, aunque te guiarás mejor por la propia tierra: riégala únicamente cuando el sustrato esté completamente seco. 

LA MÁS DISCRETA: SCINDAPSUS PICTUS

En este caso nos encontramos ante una planta trepadora, no colgante, sin embargo conseguirá un efecto muy similar en tu decoración. Aunque no ramifica fácilmente, sus hojas gruesas con forma de corazón resultan muy decorativas y ayudan a purificar el ambiente. Para conservarla sana, se recomienda colocarla en un rincón muy bien iluminado pero sin sol directo cuya temperatura ronde los 20ºC. Deberás regarla moderadamente, cada una o dos semanas, dejando secar el sustrato entre riego y riego. Y agradecerá mucho que espolvorees agua en sus hojas varias veces por semana. 

LA MÁS POPULAR: POTOS

Es una de las plantas de interior más populares, y no nos extraña. Además de ser muy decorativa y agradecida, y añadir un toque de color a través de sus brillantes hojas verdes y amarillas, el Potos resulta muy fácil de cuidar. Una enredadera procedente del sudeste asiático que puede llegar a crecer hasta 20 metros de altura. Sus hojas, perennes, purifican el aire y eliminan las sustancias tóxicas de tu casa, y lo único que piden a cambio es un espacio muy luminoso, a resguardo de los rayos directos, y un riego moderado. 

EL MEJOR COMPLEMENTO: COLGADORES PARA TIESTOS

Como detalle decorativo extra, estos colgadores para plantas quedarán de maravilla en una casa con un estilo decorativo bohemio, o en terrazas y balcones. Cuatro piezas de yute tejido a mano (dos de ellas de 105 centímetros y otras dos de 88 centímetros) que incluyen un aro de acero inoxidable en el extremo para que puedas colgarlas donde desees, ya que son aptas tanto para interiores como para exterior. 

LA VERSIÓN DOBLE

Otra alternativa es este macetero doble fabricado a mano con fibra marina natural y protegido por un forro de plástico en el interior, de tal forma que no se dañen si cae algo de agua de las plantas. Sus tonos naturales te resultarán muy fáciles de encajar, independientemente del estilo decorativo de tu casa, y podrás crear las combinaciones de plantas que más te gusten. 

Fuente: Hola!