¿Cómo ser mamá sin morir en el intento? La consigna asusta, sin embargo, no es raro que aparezca en la mente de una mujer que quiere ser mamá o de aquellas que están encarando el desafío de la maternidad.
Ante la consulta realizada en el programa de radio Sarmiento, ¡Maaa! Bendito Caos (@maaabenditocaos), la psicóloga Daniela Garbero ofreció una serie de pautas a tener en cuenta antes y después de ser mamá.
“En realidad, hay una creencia muy arraigada en la sociedad que tiene que ver con que, todas nacemos para ser mamás. Que de alguna manera nos realizamos a través de la maternidad. Y la verdad es que no es así, no todas las mujeres se sienten emocionalmente preparadas para encarar una maternidad. Y hay incluso otras mujeres que sí lo están pero que eligen no ser mamás como plan vital o como proyecto de vida”, comenzó explicando la especialista.
Y agregó que, “básicamente, lo que más importa es que haya un deseo real y propio. Traer un hijo al mundo implica ver un montón de cosas, como por ejemplo si tengo estabilidad económica, pero me parece que lo más importante es saber si lo deseo realmente. Si no es un deseo basado en presiones sociales o porque me persigue el tictac del reloj biológico. Puedo saber que es un deseo real y propio cuando tengo la certeza de que hay un reconocimiento y una aceptación de saber que a través de esa maternidad mi vida va a cambiar. La maternidad es una gran aventura, pero muchas veces también es muy abrumadora. Entonces hay que reconocer que mi vida a cambiar, que voy a tener que adaptar mi rutina, mis tiempos, mi trabajo. Cuando nace un bebé nace una mamá, en ese momento hay mucha desestructuración, entonces necesito esa estabilidad emocional para enfrentar todos esos cambios que se me vienen”.
En este sentido, Daniela remarcó un tip importante a tener en cuenta. “Por ahí está muy bueno tener en cuenta lo que se llama la tribu social, que sería ese grupo de personas que nos van a poder brindar contención ayuda, apoyo, para atravesar todo esto de la maternidad. Está constituida por mamás, por familiares, por amigos”.
¿Lo estoy haciendo bien? ¿Esto es normal?
Sin dudas, más allá de los hermosos momentos que pueda tener y del amor más puro que fluya a través de ella, la maternidad es abrumadora. Pero, ¿cuándo hay que preocuparse por ante los desbordes?
Al respecto, la Psicóloga destacó que, “lo más importante es entender que, como mamás, desbordes vamos a tener. Y es bueno naturalizar que ninguna mamá es perfecta, que todas tenemos nuestros errores. Corremos para que lleguen a tiempo, queremos que coman sano, invertimos tiempo de calidad en nuestros hijos y vamos y venimos a todos lados con ellos, es normal que, en algún momento nos sintamos desbordadas, es esperable. Por ahí nos sentimos la mejor mamá del mundo y a veces nos sentimos la peor. Lo que no tenemos que hacer es caer en esa dicotomía. Es bueno posicionarnos en un equilibrio, en saber que somos una mamá real. Una mamá que tiene sus defectos pero que también puede sobrellevar todo lo que la maternidad implique en el día a día”.
Sobre las señales de alarma ante esta situación, sostuvo que, “puede que estos desbordes a veces necesiten de ayuda profesional. Y, ¿cuándo me doy cuenta? Bueno, teniendo en cuenta la intensidad y la constancia de estos desbordes. Constancia me refiero a que, por ahí me siento desbordada todo el día. O que todas las situaciones, por ahí hasta la cosa más pequeña, me generan un desborde. Entonces eso, es como un llamadito de atención. Y el nivel de ese desborde, es decir, cuando esa intensidad de emoción me supera y me impide ser la mamá que yo quiero ser para mis hijos, es también un detalle a tener en cuenta. También hay mamás que llegan a la consulta porque necesitan que les brindemos herramientas. Mamás que no saben cómo hablar con su hijo adolescente, o cómo poner límites. Entonces también podemos recurrir a terapia para eso, para poder lograr una crianza asertiva”.
Para finalizar, Daniela ofreció un consejo: “Yo siempre planteo que si vos no te podés tomar una o dos horas a la semana para dedicártela, hay que replantear el esquema que tenemos. Claro que depende de cada mamá, de cada situación, de los abrumada que esté, de la edad de los chicos también. Pero siempre es recomendable tiempo de calidad para nosotras mismas, eso también nos ayuda a ser mejores mamás”.
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