Los huertos urbanos han aumentado su demanda y ya son muchas las personas prefieren cultivar sus propias hortalizas y disfrutar de todos sus beneficios. Una de las razones es debido a que la mayoría de las hortalizas se encuentran afectadas por plaguicidas o pertenecen a cultivos transgénicos. La búsqueda de la salud y la prevención de enfermedades es uno de las mayores motivaciones para crear un huerto personal, además del contacto con la naturaleza y la relajación que brinda esta actividad.
Construye tu huerto
Elige el lugar ideal:
Te recomendamos que escojas un lugar que cuente con luz natural, al que le lleguen varias horas de sol y se proteja del viento.
Recipiente o macetas:
Es fundamental que tu recipiente tenga alrededor de 20 centímetro de profundidad con ello te aseguras de poder plantas varios tipos de hortalizas. Te aconsejamos que cuenten con un buen sistema de drenaje y los hechos de barro, ya que logran mantener la temperatura de la tierra.
Sustratos:
Lo mejor es el compost, un sustrato 100% orgánico que contiene una mezcla de restos forestales y estiércol. Además, almacena la medida perfecta de agua y nutrientes.
Qué plantamos:
Para comenzar te recomendamos cultivos fáciles, que se puedan plantar durante todo el año y sufran menos enfermedades y plagas como las acelgas, lechugas, rábano, ajo y cebolla.
Cómo sembrar:
Tienes dos opciones, la primera sembrar directamente en la maceta o en recipientes pequeños y después trasplantar. Tene en cuenta que hortalizas como el rábano o la zanahoria no se pueden trasplantar. A diferencia de la lechuga o la cebolla que si lo permiten.
Transplantar:
Durante este proceso evita romper las raíces, luego haz un agujero grande para la raíz y presiona ligeramente el sustrato que colocarás alrededor de la planta, regándola con continuidad.
Cómo mantener tu huerto
Es importante que tengas en cuenta que el alimento principal de la planta es el sustrato, ya que contiene todos los nutrientes y minerales necesarios como el fósforo, el nitrógeno, el potasio, el magnesio, el manganeso, el boro, el cobre, el molibdeno y el hierro.
En un principio el sustrato entregará todo lo necesario a tus plantas, pero con el pasar del tiempo de irán agotando por lo que tendrás que añadir más compost. Lo recomendable es realizar esto dos veces al año.
Lo mejor es sistema de riego por goteo, el proceso siempre finaliza cuando comienza a salir agua por debajo de la mesa. Dependiendo del número de planta y de la época del año será la frecuencia del riego. En verano normalmente es necesario regar hasta tres veces al día.
Para combatir las plagas es necesario observar siempre el huerto, en caso de detectar plaga no es uses de químicos ya que son muy tóxicos. Lo es preparar un caldo con agua, ceniza y un poco de jabón de barra rayado del que utilizar para lavar la ropa. Debes hervir toda la mezcla hasta derretir el jabón, deja que se enfríe y úsalo en tus plantas.
Beneficios de contar con tu propio huerto
* Consumes más vitaminas, minerales y nutrientes por ser productos orgánicos cultivados con sustratos de calidad.
* Puedes disfrutar de alimentos libres de pesticidas cuidando tu salud.
* Disfrutas de mejores sabores y calidad de alimentos.
* Contribuyes a la biodiversidad, aumentando las áreas verdes.
* Disminuye la temperatura ambiental en tiempo de calor.
* Puedes elegir el tamaño y maduración que deseas para tus verduras.
* Ahorrar dinero por usar técnicas de reaprovechamiento y reciclaje de recursos propios.
* Es una actividad relajante que disminuye el stress.