Para el amor no hay garantías. Eso sigue vigente. Antes la infidelidad era infidelidad “a secas”. Se dividía entre el engaño ocasional o una doble vida que sólo podían tener los hombres.
En tiempos de redes sociales y WhatsApp, la infidelidad se puede descubrir con el celular. Puede ser sexual, emocional -como los amores “platónicos” a través del chat- o romántica -que llevan al fin de la pareja actual-. Y según un estudio que publicó en abril la Universidad de Nevada, EE.UU., tiene consecuencias concretas en la mente y la salud de quienes lo sufrieron.
Mañana se cumple una semana desde que se hizo pública la infidelidad a Yanina Latorre. En 6 de esos 7 días, los hashtags y frases íntimas referidos al escándalo ocuparon los primeros puestos entre los trending topics de Twitter y las tendencias de búsquedas de Google.
Ella dice que su familia “aún no está rota” y así, el debate sobre por qué debería perdonarlo o por qué aún no se separó se reaviva entre fieles, infieles y engañados.
Un sondeo online realizado esta semana por D’alessio IROL p revela que en 6 de cada 10 casos, las parejas optaron por seguir juntas a pesar de la infidelidad. Y solo 2 de cada 10 pondrían las manos en el fuego por su pareja actual.
”Creo que es más la búsqueda de nuevas aventuras, que no se da necesariamente porque en las parejas disminuya la atracción sexual. Pero para muchos hombres y mujeres no llega a satisfacer el deseo y buscan cuerpos nuevos”, explica a Clarín el psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin.
¿Qué haría si descubre que su pareja intercambia fotos o mensajes hot con alguien más pero no hay un correlato en “la carne”? Para 3 de cada 4 consultados esos mensajes “picantes” serían motivo al menos de una discusión de pareja. Para el 24% restante “no tiene mayor importancia”.
Sin embargo, según el sexólogo, cuando esos chats son descubiertos aparece la angustia. “Se vive como si realmente se hubiera concretado. Pero se supera. Después de llorar, de pelear, de reclamar claves y revisar celulares, todo eso, se tolera mejor.”
Aún habiendo llegado a la instancia de la carne, también, comparado con el pasado, se tolera mejor. “Muchas parejas que afrontan la infidelidad dicen ‘seguimos’, pero el conflicto es constante porque uno y otro quieren saber detalles de lo ocurrido. Como ‘en aquel momento pensé que estabas trabajando y te estabas encontrando con tu amante’ o ‘lo hice por tal y cual cosa’. Ayuda no entrar en detalles y ver ‘¿qué hacemos con este tema?’. Hoy las parejas se están dando esa alternativa, siempre y cuando no se queden anclados en ese pasado”, detalla el sexólogo.
Otra pregunta de la encuesta: ¿Cuál es el principal motivo de la infidelidad? Dos factores que se conjugan en las respuesta: la pérdida del amor por la pareja y la búsqueda de nuevas sensaciones. En tanto, 2 de cada 10 encuestados lo plantean como algo “filosófico”, al descreer de la fidelidad como un valor.
“La infidelidad masculina siempre fue más tolerada que la femenina, desde lo social y en la familia. La mujer lo podía aceptar siempre y cuando no fuera más que una aventura. Hoy las mujeres tienen mayor libertad para ser infieles, incluso, puede ser tolerado por su pareja. Pero siguen teniendo una carga social condenatoria muy fuerte”, dice el escritor Federico Andahazi, que pelea contra que la infidelidad es un taboo hetero.
“En toda pareja existe un contrato implícito (en algunos casos también explícito) en que el ambos saben cuál es el grado de tolerancia ante una eventual infidelidad. El otro nunca engaña. Por lo general somos nosotros quienes construimos una imagen idealizada y nos engañamos con el espejismo que fabricamos”, sigue.
Amalia Granata tiene más de 2 millones de seguidores en Twitter, es muy amiga de Yanina Latorre y también se enfrentó a las críticas por haber perdonado a su pareja tras la viralización de las fotos y los chats con una amante mientras ella estaba embarazada de 6 meses.
“La gente no entendía cómo no lo maté, cómo no rompí todo y la verdad es que yo nunca me manejé así con ninguna de mis ex parejas. No es culpa de una sola persona la infidelidad, es de a dos la pareja. Lo lamento por la gente, que esperaba otra cosa”, dice a Clarín y agrega que “si hubiese tenido una vida paralela y un vínculo más profundo sería diferente, como que tenga hijos con la amante”.
El 40% de los encuestados afirmó que terminaría con su pareja si descubriera que tuvo una relación, por más que fuese algo ocasional.
Sobre el caso de su amiga, dice que sabe que “a Yanina le hace mal la presión de la gente. Quizás ella no esté preparada para este ataque en las redes. No creo que cierre las redes pero quizás por un tiempo opte por no leerlas”.
Se tiende a creer que una persona que fue infiel una vez, repite la historia con todas sus parejas. “Eso pasa con los que nada los satisface. Que usan el placer para llenar un vacío que va más allá de lo sexual, que puede derivar en adicciones, y que tiene que ver con la estructura de su personalidad”, dice Ghedin.
“Otro tipo de infiel es el que lo hizo una vez, fue descubierto y perdonado. En él la culpa actúa como un factor de represión del deseo”, cierra.
Lo que no se habla en la pareja se convierte en síntoma de conflicto. “Lo inconsciente está en lo que decimos”, dirá Jacques Lacan. Lo que no se dice, se actúa.