La gastritis es una afección que se produce por la inflamación de las paredes del estómago. Provoca irritación y un malestar general en las personas que lo padecen. Por lo general esta situación es producida por el estrés debido a diversas enfermedades, los nervios de la vida cotidiana, como exceso o problemas en el trabajo y familiares como conflictos matrimoniales, por ejemplo. Otros motivos son las infecciones virales o bacterianas, radiaciones, potenciado por hábitos alimentarios inadecuados, es decir, el consumo de comidas con mucho picante, alcohol, café, incluso fumar, entre otros factores. Es necesario la consulta médica para evitar que esta enfermedad se convierta en crónica.
Por lo general, los síntomas de la gastritis se manifiestan con dolores abdominales en la boca del estómago, también dolor en el tórax. El dolor suele tener relación con las comidas: o calma o empeora con ellas. Provoca también flatulencia o gases, sabor ácido en la boca, con sensación de quemazón por detrás del esternón, pérdida de apetito, debilidad, vómitos, náuseas y diarrea. En casos más extremos llegan a los vómitos de sangre, sangre en heces (las tiñe de negro) y anemia no explicable.
* Evitar medicinas que dañen al estómago. Si el paciente ha tenido problemas de estómago, hay que advertírselo al médico.
* No fumar.
* Alimentación moderada.
En casos extremos es común el estudio del estómago mediante un tubo (gastroscopía) con toma de muestras para analizar, ya que en estos casos hay que descartar un cáncer de estómago.
* Mejorar los síntomas de acidez eliminando las posibles causas.
* Si hay posibilidad de hemorragia de estómago deberá ingresar en el hospital.
La mejora de la salud requiere de llevar adelante los consejos médicos y alejarse de los malos hábitos alimenticios, la automedicación, entre otras. Además:
* No usar (aspirina) u otros antinflamatorios.
* Si es imprescindible, asociar antiácidos o antiulcerosos (siempre bajo control médico).
* Si se necesita un calmante para pequeñas molestias o fiebre, hay que emplear paracetamol o metamizol. Antiulcerosos bajo prescripción facultativa.
Algunos de los ejemplos pueden ser los siguientes:
* Aumentar el número de comidas reduciendo su cantidad.
* Beber agua o leche.
* No ingerir nada en los ataques.
La hemorragia es lo más peligroso, sobre todo en ancianos. El paciente debe ser cuidadoso y llevar a cabo de manera estricta el tratamiento indicado por el médico que atiende su caso. Salirse de esta disciplina puede complicar el cuadro de enfermedad.
* Si se elimina la causa se cura en pocos días.
* Si no, puede llegarse a la ulceración.
La gastritis es una enfermedad común en las últimas décadas, por lo que hay que prestarle atención ante los primeros síntomas y no dejar pasar la oportunidad de consultar al médico para lograr una pronta mejoría.
(Fuente: salud.com).