El papá debe participar del momento de lactancia ocupando un espacio de contención familiar. Las comidas son momentos de compartir en familia. Cuando un bebé se alimenta debe participar el papá, aportando ayuda en las tareas hogareñas y sobre todo cariño, tanto a la mamá como al bebé. Todo esto para generar un ambiente de armonía y tranquilidad en el hogar.
El hombre debe ayudar a que la mamá se encuentre cómoda, con buen respaldo, a través de almohadas, con una buena alineación con en el tronco y cabeza. Si la mamá se encuentra tensa, el niño no se alimenta bien. Otras manera de ayudar del padre es fomentar un clima de armonía en la madre al momento del amamantamiento, al crear un entorno sereno.
Ayudar en las actividades de la casa y del cuidado de los hermanos para que la mamá pueda distenderse, esto facilita la bajada de leche.
Los papás cumplen un rol fundamental luego el nacimiento del niño. Mientras la mamá se encarga del cuidado del bebé, el papá debe ocupar un lugar en el entorno social del niño. Es necesario que esté presente desde la primera mamada, para hablarle y alentar al niño a alimentarse. Ese momento íntimo es sagrado, es el contacto del bebé con el afuera y tiene que realizarse en el núcleo familiar.
El niño reconoce a la mamá y al papá por separado, según el trato, los mimos y el tono de voz de ambos. Desde el primer momento y a medida que pasa el tiempo, los papás se relacionan diferente con sus hijos, a través de juegos más estimulantes, caricias distintas, hasta la manera de hamacarlo no es igual que el de su mamá.
(Fuente: bushi.com.ar).
