En los últimos años, Miami y el sur de la Florida experimentaron una verdadera revolución gastronómica, impulsada por una amalgama de influencias culturales y cambios en los hábitos de consumo. Desde la explosión de la comida étnica hasta la redefinición de las preferencias de estilo de vida, la escena culinaria de la región está en constante evolución.
“El cambio que se produjo fue muy marcado”, comenta Matías Pagano, emprendedor gastronómico con más de una década radicado en Miami, en donde es director del The KAO Group, una empresa dedicada a desarrollar y expandir proyectos gastronómicos propios y de terceros a nivel internacional.
“En un pasado reciente, la comida americana tradicional dominaba la escena, con su distintivo énfasis en hamburguesas y comida rápida. Sin embargo, esto comenzó a cambiar con la incorporación progresiva de influencias étnicas. Al comienzo, sin embargo, esa tendencia a lo etnico se empezó a expresar con platos de un etnicismo algo mentiroso, en el sentido de una adaptación al gusto americano, como por ejemplo pasó con la comida mexicana bajo el formato ‘Tex Mex'”, explica Pagano.
Esta transición hacia una oferta más diversa de alimentos está vinculada con el crecimiento de una población más cosmopolita y viajera. “Fue allí donde realmente las comidas étnicas aparecieron como tales, en versiones más auténticas, respetando más las recetas originales”, añade Pagano.
La creciente diversidad étnica en la región también fue impulsada por migraciones tanto internacionales como internas, que fueron un factor clave en la transformación gastronómica de Miami y la Florida. “Hubo migraciones muy grandes a nivel internacional. Y hubo migraciones muy grandes a nivel local”, explica Pagano. El auge del trabajo remoto y las preferencias climáticas atrajeron a una variedad de residentes nuevos, creando un entorno propicio para la mezcla de culturas y sabores.
Esta diversidad también se refleja en el turismo, donde los visitantes de diferentes regiones muestran preferencias distintas. “El turista siempre quiere probar cosas nuevas y toma todo como nuevo”, comenta Pagano.
Mientras que los americanos solían buscar marcas establecidas, ahora están más dispuestos a explorar opciones nuevas y auténticas. Por otro lado, los turistas europeos y latinoamericanos tienden a estar más abiertos a probar la cocina local y étnica.
Junto con la diversificación de la oferta gastronómica, surgió en Miami una mayor flexibilidad en los hábitos de consumo. Las dietas veganas y keto, que experimentaron una explosión de popularidad en el pasado, evolucionaron hacia un enfoque más equilibrado. “Vemos que la gastronomía se está orientando de a poco a dejar de lado ciertas rigideces”, comenta Pagano. Ahora, los consumidores buscan opciones que les permitan disfrutar de una variedad de alimentos, desde ensaladas orgánicas hasta hamburguesas suculentas, sin sentirse limitados por etiquetas dietéticas restrictivas.
Así, la comida china, mexicana, japonesa y peruana, entre otras, se establecieron como opciones étnicas aceptadas y populares, un fenómeno que le dio marco a la irrupción, dentro de esta misma tendencia, a la comida argentina. “Aunque a los argentinos nos resulte extraño asimilar nuestros platos a lo étnico, por las mixturas que están detrás de sus linajes y formas de preparación, quedamos instalados en ese segmento”, explica.
De hecho, uno de los aspectos más destacados de la escena gastronómica actual en Miami y la Florida es la creciente popularidad de la carne argentina. “Todos los cortes argentinos, con sus nombres originarios, están acá ahora”, dice Pagano.
Desde el asado hasta la entraña, los cortes tradicionales argentinos se convirtieron en un elemento presente en muchos restaurantes de la región. Esta tendencia se ha visto impulsada por la demanda de una población diversa y cosmopolita que aprecia la calidad y el sabor distintivo de la carne argentina.
Los restaurantes argentinos ganaron terreno en Miami, ofreciendo desde empanadas hasta cortes de carne tradicionales. Pagano destaca que, a medida que más argentinos llegan a la región, se incrementó la oferta de auténtica cocina argentina, incluidos cortes de carne específicos y productos como el chorizo argentino.
En cuanto a los precios de la comida en La Florida, Matías Pagano señala que “un plato como una pasta puede arrancar en los $17 dólares y una carne en los $24 dólares en promedio”. Es importante tener en mente que “comer por 25 a 50 dólares es algo normal”, especialmente en locales medianos. “Dependiendo de lo que quieras comer y tomar claramente, no siempre podés gastar 300 dólares”, agrega.
En sus propios establecimientos, Pagano ha notado un aumento en la presencia de público americano y canadiense, lo que indica un cambio en las preferencias de consumo, refiriéndose a la histórica reticencia del público americano a probar cosas nuevas.
“Los locales de Proyecto KAO responden a estas nuevas tendencias”, explica Pagano. Desde Kao Bar & Grill en Hallandale, hasta KAO Sushi & Ramen en Weston y KAO Ramen & Grill en Boca Ratón, cada establecimiento ofrece una propuesta única que combina influencias internacionales con un toque distintivo argentino.
“Nuestros nuevos locales son propuestas muy variadas que van desde un abanico grande de zonas a un abanico grande de propuestas”, señala. Desde la decoración hasta el menú, cada espacio ha sido cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia gastronómica única y memorable. Con ambientes que van desde lo moderno hasta lo tradicional, los locales de Proyecto KAO ofrecen algo para todos los gustos y preferencias.