Una buena iluminación crea ambientación, amplia los espacios y acentúa determinadas situaciones. Aquí una clasificación de las diversas funciones específicas que debe cumplir la iluminación del hogar:
* La iluminación general o ambiental es aquella que llena el volumen del espacio. A pesar de que es la más importante es también la más olvidada. Una iluminación general correctamente diseñada "ablanda" las sombras, proporciona amplitud al espacio y produce esa sensación de confort.
Puede estar proporcionada de diversas maneras. Una buena solución la brinda la iluminación indirecta. Para la alternativa de luminarias embutidas en el cielorraso, estas deberán ser del tipo de bajo brillo y distribución luminosa ancha. Las luminarias con espejos parabólicos y lámparas incandescentes convencionales son más apropiadas para esta función que las halógenas con reflector.
* La iluminación de trabajo es la iluminación que se provee para realizar tareas específicas. Ya sea leer, trabajar con la computadora, escribir, trabajar en la cocina o bien seleccionar la ropa para el lavado. La calidad y cantidad de iluminación será directamente proporcional a la eficiencia en el desarrollo de cada una de esas tareas.
* La iluminación de acento proporciona un adicional sobre puntos de interés. Estos pueden ser obras de arte o bien un detalle arquitectónico en algún punto del ambiente. La iluminación de acento dirige al ojo hacia un determinado punto, promoviendo interés y creando una cierta "dinámica" en el espacio.
* La iluminación decorativa es usada para crear un centro de interés por medio de la fuente de luz en si misma o a partir de ella.
Puede ser funcional en sí misma; no obstante, se deberá tener especial cuidado en que el nivel de iluminación producido sea moderado para evitar posibles deslumbramientos o que se convierta en "dominador" del ambiente.
