Empezó el frío y las mantas salieron de los placares ¿A quién no le gusta estar en casa con una mantita viendo la tele durante los fines de semana o después de una buena cena? Sin embargo, tener las mantas bien cuidadas no es tarea fácil, pues a la hora de lavarlas pierden mucha de su calidez al estropearse sus tejidos.
Tejidos de las mantas: cada uno, su cuidado
Antes de lavar una manta debemos asegurar qué tejido es su componente principal. No es lo mismo una manta de algodón que una manta de terciopelo, coralina o lana, por ejemplo. Cada tejido necesita de unos cuidados especiales que, además de los pequeños trucos que os vamos a contar, debéis conocer y tener en cuenta cada vez que lavéis vuestras mantas. Lo mejor es seguir las instrucciones que marcan los fabricantes; al fin y al cabo, ellos son los que mejor conocen los tejidos empleados en sus creaciones.
Otro detalle que debemos tener en cuenta es el tamaño de la manta y los kilos que puede soportar nuestra lavadora. Si vemos que la manta queda muy apretada, no conseguiremos buenos resultados. Por ello, lo mejor será lavarla a mano.
Por último, también es importante tender las mantas al aire libre cada dos o tres días. De este modo, eliminamos el polvo que estas pueden coger y nos ahorraremos tener que lavarlas muy a menudo.
Lavar las mantas a máquina
Si lo que queremos es lavar una manta a máquina, deberemos usar un programa muy corto a unos 30º o menos. Ten en cuenta que el mejor programa es el de prendas delicadas. Te recomendamos que laves la manta sola y no con otras prendas.
En cuanto al tipo de detergente, lo mejor es emplear un jabón para prendas delicadas. Lo importante aquí no es si el detergente es líquido o en polvo, sino que debe ser especial para este tipo de prendas.
Emplear suavizantes no es una buena idea. Aunque pueda parecer lo contrario, aplicar suavizante únicamente estropeara los tejidos más rápidamente. De todos modos, si eres de los que no sabe lavar sin suavizante, te recomendamos que utilices una dosis muy pequeña: lo ideal es coger un vaso pequeño y verter tres partes de agua por una de suavizante y añadirla a la lavadora.
Por último, tiende tu manta al aire libre para que se seque naturalmente. Si quieres usar secadora, consulta la etiqueta del fabricante, pues algunas pueden ir a la secadora, pero a temperaturas muy bajas.
Lavar las mantas a mano
Lo mejor para lavar una manta a mano es hacerlo en la bañera o en un fuentón muy grande. Para ello, deberás poner la manta en el interior con agua fría. Luego, deberás añadir una pequeña dosis de detergente líquido. Como sucede con la lavadora, el detergente debe ser específico para prendas delicadas.
Una vez tengas la manta cubierta y con el detergente, debes dejarla en remojo durante unos 20 minutos e ir moviendo la manta para que el detergente se esparza bien. Y, pasado este tiempo, ya únicamente nos queda aclarar el detergente con abundante agua fría y tenderla en el exterior para que se seque. Cuando la escurras, intenta no retorcerla demasiado.
Si la manta tiene alguna mancha, deberemos aplicar detergente sobre ella directamente. La mejor manera de hacerlo es cuando tengamos la manta en la bañera con el agua fría. En este momento, vamos a aplicar el detergente sobre la mancha y la vamos a frotar un poco y muy suavemente. No podemos ejercer mucha presión en esta zona, pues el tejido podría estropearse y se vería muchísimo.
Cómo secar bien las mantas
Cuando hemos lavado nuestras mantas, deberemos secarlas adecuadamente. Debemos asegurarnos de escurrir al máximo el excedente de agua para que no gotee. Luego, vamos a doblarla por la mitad y tenderla en el exterior. Puedes ir dándole la vuelta hasta que esté completamente seca. De este modo, el sol no le dará siempre en el mismo lado y, por ende, el tejido no se estropeará tanto.
Recurrir a la tintorería
Si ves que tu manta tiene manchas difíciles de limpiar o bien no cabe en tu lavadora, lo mejor es llevarla a una tintorería. Pese a que deberemos hacer frente al pequeño coste del servicio, lo cierto es que los resultados son espectaculares. Ellos disponen de lavadoras de gran capacidad donde las mantas tendrán el espacio necesario para lavarse bien y no quedarán apretujadas. Además, las secadoras son también profesionales, por lo que dañarán mucho menos el tejido.