Los fríos llegan y con él la necesidad de mantener los ambientes climatizados, pero no siempre alcanza con los calefactores o estufas ya que hay otros elementos que pueden colaborar con este objetivo.

Cuando se trata de combatir los días muy frescos, hay algunas medidas que se pueden tomar y que incluso pueden ayudar a darle un nuevo aire a la decoración del hogar. Las cortinas son una forma interesante, y no tan cara, de enfrentar el invierno y ahorrar un poco en energía.

Los expertos dicen que si bien no existe un género específico para aislar el frío, está claro que las telas de mayor grosor son las que mejor funcionan, por lo que se pueden elegir el jacquard, panamá o chenille. Otra opción son las cortinas forradas con moletón (una tela tipo paño que se coloca entre la tela de vista y el forro de atrás) y satine que es más gruesa y también aisla de los ruidos. Una tercera alternativa es el blackout.

La mejor alternativa para recomendar es el doble cortinado. Esta última opción permite jugar con diferentes los colores y cambiar el aspecto estético del lugar.

En el caso de las cortinas forradas tienen el inconveniente que requieren un tratamiento de limpieza más sofisticado y se corre el riesgo que las telas encojan de distinta manera.

Más sugerencias

* Para mantener el calor dentro del hogar también es importante utilizar el ingreso de los rayos solares por ventanas y puertas vidriadas, aunque también se deben colocar cortinados y persianas para bajar a la noche. Eso permite mantener todo el calor dentro de las habitaciones.

* Para evitar que escape el calor es indispensable tapar todas las rendijas de la casa, poner burletes en puertas y ventanas y reemplazar los vidrios rotos.

* En el piso se pueden colocar alfombras, en especial en las habitaciones, para hacer más agradable el caminar y más cálidos los ambientes.

* A la hora de comprar artefactos de calefacción es necesario tener en cuenta tres aspectos: el precio de los aparatos, el gasto de energía y lo que cuesta mantener el consumo.

* Las estufas eléctricas son más baratas que las que funcionan a gas, pero gastan mucha electricidad y el calor localizado que dan desaparece muy rápido del ambiente. Las estufas a gas son más caras, pero consumen menos y, a la larga, resultan más económicas.

* Un dato importante a tener en cuenta es que si se usan vidrios dobles se puede tener un ahorro hasta de un 20 por ciento de combustible.