La doctora Lindsay Browning, psicóloga colegiada, neurocientífica y experta en sueño, realizó una encuesta en Europa, específicamente en el Reino Unido, en donde buscaba conocer el tiempo en el que un hombre soltero lava o cambia sus sábanas. Los resultados no fueron alentadores y advierte el desconocimiento, por parte de los hombres, en la importancia de lavar la ropa de cama más seguido.
Cualquier lapso que supere las dos semanas ‘entra en un territorio peligroso’. Esto puede ser una sorpresa para algunos, ya que los datos de una empresa de ropa de cama también encontraron que las parejas en gran medida afirmaban lavar las sábanas cada tres semanas. Lo que coincide con los datos de la doctora.
El sudor entra en las sábanas y hace que no solo huelan asqueroso sino que también se obstruyan bastante y esto es un problema, porque necesitamos el flujo de aire para sentirnos frescos cuando dormimos, ya que es cuando dormimos mejor.
Además, se le suman otras consecuencias desagradables. “Si no lava las sábanas lo suficientemente bien, las células muertas de su piel se acumularán en estas sábanas”, agregó la doctora Browning. Esas pequeñas criaturas conocidas como ácaros, pueden alimentarse de estas células muertas de la piel, causando, para comenzar, erupciones cutáneas.
En efecto, la doctora aclara que si las sábanas no están lavadas y se ven sucias, provocará el olor y la sensación de que tu cama no es el lugar para descansar, cuando en realidad debería ser todo lo contrario. “Si nos metemos en la cama y nos sentimos relajados, cómodos, ese olor a ropa de cama nueva nos ayuda a sentirnos tranquilos y felices”, destacó Lindsay Browning.
Además de averiguar con qué frecuencia las personas lavaban sus sábanas, la encuesta del Reino Unido también preguntó por las razones detrás de estas respuestas.
Para empeorar el panorama, el 12% dijo que solo lava la ropa de cama cuando se acuerda, cuyo lapso entonces queda para la imaginación. El 18% intentó justificar su respuesta afirmando que se ducha por la noche para no ensuciar las sábanas, mientras que el 67% admitió que simplemente se “olvidó” de lavarlas.
Otro 35% confesó que no podían molestarse en hacerlo, y otro 22% dijo que la razón por la que no lavaban la ropa de cama con más frecuencia era que no tenían otra ropa de cama limpia para usar. El 38% dijo que no creía que su ropa de cama necesita lavarse “más a menudo”.