Estirados, retorcidos, distorsionados, enredados, deformados, elásticos, descontextualizados. Chris LaBrooy es un artista gráfico de la manipulación, un maestro de la reinterpretación de la realidad. Juega con los autos adentro de la pantalla de su computadora, y los imagina afuera y alejados de su estructura orgánica: los estira, los retuerce, los distorsiona, los enreda, los deforma, los elastiza, los descontextualiza. Es la obra de un creador británico atraído por las formas incorruptibles de los autos.
Su tarea es rupturista, impresionista: arroja composiciones irreales, desproporcionadas de cualquier espacio lógico. LaBrooy se graduó de la Royal College of Art –RCA de Londres– con una maestría en diseño de productos. Su portfolio se desarrolló con diversas herramientas 3D que explora la intersección entre la tipografía, el arte visual, la fotografía, la arquitectura y la ingeniería. Su obra, expuesta en el Museo de Diseño de Londres, es referencia en publicaciones de ilustración y diseño.
El último proyecto de LaBrooy se llama "911" y se posa sobre la naturaleza del mítico deportivo de Porsche, uno de los autos icónicos de la industria automotriz. "Representan realmente lo que es un tiempo de flotabilidad para la cultura del automóvil, donde lo viejo se encuentra con lo nuevo", remarcó el artista. El escenario es surrealista: un coupé Carrera RS que cayó del cielo, cuatro que cuelgan de un árbol y una docena que flotan sobre una piscina.