La tecnología de reconocimiento facial tiene muchas aplicaciones. Una de ellas es la verificación de operaciones con tarjetas bancarias, lo que posibilita hacer compras y luego pagar con solo dejar ver el rostro.

El método ya se utiliza en algunos supermercados de Moscú que disponen de autopagos dotados con cámaras. Al escanear las mercancías, el aparato plantea la alternativa de pagar con tarjeta o mediante reconocimiento facial.

En ese último caso, el comprador solo debe mirar a la cámara. Bigotes y barba no impiden al dispositivo reconocer a la persona, pero la mascarilla es todavía un obstáculo y debe ser bajada. La inteligencia artificial utilizada en esta tecnología está lo suficiente desarrollada para determinar si lo que le muestran es solo una fotografía o, incluso, un video de la persona.

Según dijo a RT el estudiante ecuatoriano Jonathan Tirado, del Laboratorio de Robótica Espacial Inteligente y VR/AR de Skoltech, para el reconocimiento facial la computadora analiza varios puntos claves que identifica en la cara humana. Basado en esto, se pueden generar efectos artificiales e incluso los ‘deepfake’ que se han convertido en tendencia.