Que Internet es una herramienta poderosísima no es, a esta altura, una novedad. Que tiene miles de usos, se sabe. Pero lo que sigue siendo todavía sorprendente es cuando alguien recurre a la red con la esperanza de contactar a un ser querido.

En DIARIO DE CUYO online la búsqueda de personas a través de nuestra página se ha vuelto cada vez más frecuente.

Hace algunos meses, a través de la sección Sanjuaninos por el mundo, Marcela, una sanjuanina que vive en España, supo qué suerte habían corrido sus padres, que la habían dado en adopción cuando era chica. A partir de la nota que contaba su historia, una tía suya se acercó al diario para contar la historia que Marcela no sabía.

Ahora es Cinthia la que a través de la web del diario busca tener noticias de su papá, a quien no ve desde hace 11 años. "Sé que vivía en Angaco junto a mis abuelos, creo que sus nombres eran Angel y Zulema. Tiene tres hermanos que no se sus nombres. Nunca conocí a mis primos y creo que tengo hermanos menores a mi". escribe Cintia Soledad Oro, hija de Nélida Rodríguez y Marcelo Bautista Oro.

Cinthia vive en Buenos Aires con su madre y cuenta que sus padres se separaron y no sabe por qué no volvió a tener noticias de su papá desde la última vez, cuando su abuela materna, Rosa, la trajo de visita a San Juan. La joven recuerda que fue a una casa en Angaco, en la calle Aguilera sin número, cerca "de la fábrica de galletitas", según le contó su mamá.

Para Cinthia tener alguna noticia de su familia en San Juan es casi un mandato: "Tengo muchas ganas de conocer a mi familia paterna. Siento que debo conocerla" dice.

Contenta al saber que su búsqueda sería publicada, Cinthia no oculta sus expectativas de completar la otra mitad de su historia. "Tengo mucha curiosidad de saber si tenemos cosas en común, si nos parecemos. Sinceramente no me parezco mucho a mi mama, y varios me han dicho que me parezco más a mi papá", dice. Pero inmediatamente, la inevitable duda: "Yo no sé si el quiera saber de mi, ya pasaron varios años y no sé si lo ha intentado o no".

Cinthia imagina cómo es su padre hoy y relata cómo lo recuerda: "Debe de tener unos 50 años, es de mediana estatura, pelo negro, tez blanca, ojos marrones, y hasta lo último que recuerdo siempre usó bigotes".

Es la necesidad de conocer sus orígenes lo que movilizó a Cinthia a escribir a DIARIO DE CUYO on line. Ojalá, con las mismas ansias, alguien le ponga fin a esta espera y se produzca un feliz reencuentro.