
La tecnología también llegó al cuidado de los chicos. Las niñeras se eligen y piden como si fuera una casa (Airbnb), un viaje en auto (Uber) o hasta una pareja (Tinder). Debajo de la foto de perfil -algunas más dignas de las apps de citas que de niñeras- hay información sobre cada una de las potenciales cuidadoras y un historial de los trabajos conseguidos a través de la app que permite ver, por ejemplo, cuántas veces fue recontratada por una familia y las evaluaciones que recibió después de cada trabajo.
María Teresa del Sante, "Tesi", es cofundadora de Alba, una app de origen chileno que en la Argentina está activa, pero en una fase inicial y solo en barrios como Palermo, Recoleta y Belgrano. Desde el otro lado de la cordillera, Tesi cuenta que los padres modernos no han modificado los parámetros para elegir una niñera. Simplemente los han actualizado. "La gente es desconfiada, más cuando sus hijos quedan al cuidado de alguien. Para los padres ver que una de las postulantes tiene 5 estrellas en el perfil no les dice absolutamente nada -reconoce Tesi-. Antes de lanzar la app hicimos un estudio entre 500 personas para entender cómo se buscaba una baby sitter de manera offline. Por supuesto las referencias de los conocidos eran una de las cuestiones que más destacaban los consultados. Por eso decidimos desarrollar un algoritmo que te recomendara una niñera como si fuera un amigo".
¿Cómo lo lograron? A través de Facebook. "Las personas se registran a través de esa red social y les notificamos de niñeras que compartan amigos en común, que hayan ido a su escuela o incluso a la misma escuela que su hijo. Y también que estén cerca de tu casa, que sean del mismo barrio. Y todas las chicas que se postulan para cuidar chicos son estudiantes universitarias, la mayoría en carreras relacionadas con la educación. Todo esto es mucho más que la simple recomendación de un amigo", sostiene Tesi, que asegura que las postulantes pasan por un proceso de tres recomendaciones externas antes de formar parte de la app. "Se trata de chicas que están estudiando su carrera y por eso mismo no pueden tener un trabajo tiempo completo. Así, de esta manera, tiene un trabajo flexible y sacan para sus gastos".
Sitly, de origen holandés, es otra de las apps que buscan posicionarse como una solución para los padres modernos que no cuentan con ayuda de abuelos o parientes que se ofrezcan a cuidar a sus hijos. Con presencia en Italia, España, Noruega y Holanda, desembarcó hace poco en el país y se encuentra activa al ciento por ciento. "Sitly pone en contacto a padres y niñeras de una misma zona para que puedan organizar juntos el cuidado de los niños. Los padres también pueden contactarse entre ellos para que, por ejemplo, sus hijos jueguen juntos de vez en cuando, o para organizar de forma conjunta el cuidado de los pequeños", explican en la página web, donde es posible registrarse y ver las postulaciones de padres y niñeras.
En ambas apps la tarifa es un mix: los padres fijan el máximo que está dispuesto a pagar por hora (entre $100 y 150 pesos) y la app les notifica quién de todas las postulantes está disponible para el trabajo, incluso por menos dinero, siempre siguiendo las premisas de cercanía, amigos en común o cuestiones como pertenencia a una misma comunidad educativa. El pago se hace a través de tarjeta de crédito. Por un costo adicional, Alba pone a disposición una cámara para monitorear desde el celular cómo están los hijos, aunque debido a la alta demanda hay lista de espera para este servicio.
