Ayer se conoció el caso de Alberto Ríos, un colectivero sanjuanino que encontró un maletín con 1.800.000 pesos, destinados por su dueño a la compra de tierras para plantar olivos, y lo devolvió sin que la idea de quedarse con dinero ajeno le rondara por la cabeza ni un segundo.

De forma inmediata, una lluvia de opiniones (de toda índole) llegó hasta la página web de DIARIO DE CUYO.

"Me parece muy honorable, ilustre y noble lo que hizo Alberto. Es difícil estar en el lugar en el que el se encontraba", manifestó Carlos Ogas, quien además criticó la actitud de Carlos, dueño del dinero, por considerar "mezquina" la recompensa de $300.

Sonia González dijo que "este es el tipo de acciones que el gobierno de la provincia debería premiar frente a una gran multitud. Los niños se volverían imitadores de estos gestos".

Por su parte, Claudio intentó ponerse en el lugar del chofer y ni lo pensó. "Yo no lo devolvería. Si encuentro esa plata, pensaría en mis hijos".

Graciela eligió ver el lado místico de la situación. "No entiendo por qué la gente se pasa la vida pidiendo a Dios que les dé una ayuda y cuando se las da la devuelven. Quién cree que le puso el dinero en su camino. Fue Dios, ni más ni menos".

Desde New York, Lucía también dejó su mensaje. "Alberto felicidades, Dios lo bendiga a usted y a su familia. Su honestidad fue maravillosa".

"Es una lástima que gestos como estos tengan que ser noticia, cuando debería ser lo normal. Mis felicitaciones a este hombre por su honestidad, cómo le enseñaron, lo que no es de uno no lo es. Seguramente sus hijos seguirán su camino", dijo Graciela Fuentes brindando un mensaje que predominó entre los lectores: primero, la honestidad.