Un día partió de San Juan, buscando mejorar su calidad de vida. El destino le tenía preparado probar suerte en España. Y en 2004 dijo adiós a su familia y amigos. Desde entonces trabajó en Benalmádena, Costa Málaga. Primero en un taller mecánico y luego como barman, en una discoteca. Pero Cristian José Sánchez Salinas no olvida su terruño y para sentirse mas cerca lee las noticias de su tierra natal en la página digital de DIARIO DE CUYO.
"La vida no es igual acá, es mas acelerada", relata en la carta que envió a la home. "No existe la infaltable siesta, ya que en muchos trabajos los turnos son de corrido", cuenta.
Y lo que para Cristian era una aventura corta se transformó luego en algo permanente y hermoso, ya que allí conoció a María del Pilar, su actual pareja, quien vivía con su hijito Oscar, "una dulzura de niño", según el comprovinciano. Y ahora esperan el nacimiento del primer bebé de ambos. "Se llamará Alexis", revela.
Mientras tanto, la comida cuyana es algo irremplazable para él. "No hay semitas. Mi ventaja es que mi hermana que vive acá me las hace, ya que me gustan mucho", cuenta.
Sin embargo hay algo que extraña más: su familia y las amistades que quedaron lejos:
"Se hace un poco difícil no tenerlos cerca a ellos, pero el tiempo lo cura todo. Personalmente me he adaptado bastante bien y espero volver aunque sea de visita, ojalá sean muchas", destaca.
Miles de kilómetros lo separan de su gente y por eso aprovecha para saludar a sus
padres Joaquín y Fanny, a sus hermanos Daniel, Marcelo y Mauricio, a su abuela Asunción y al resto de la familia y amigos.
Los días pasan pero Cristian tiene un anhelo que le da fuerzas para seguir, ya que cuanto nazca su hijo espera traerlo a conocer San Juan, "la tierra donde nació".

