Para algunas personas tener una rutina de ejercicios en el gimnasio o al aire libre es un placer, para otros una obligación, y para un tercer grupo es sólo una idea que no llega a concretarse porque no se conecta con ninguna actividad o no le interesa. Precisamente para este grupo es que desde hace algunos años se han implementado clases de baile con más o menos éxito hasta que llegó la Zumba, una disciplina que gana cada vez más adeptas/os, al parecer porque es menos exigente que otros ritmos, no posee coreografías predeterminadas ni voces de mando del instructor/a, quien sólo hace las veces de espejo para que los alumnos lo imiten durante una hora seguida.
Alcanza con mirar las salas de los gimnasios donde se dicta Zumba para comprobar que falta espacio para este baile libre que brinda beneficios como coordinación, mejoramiento de la condición física y sobre todo bienestar emocional.
Si bien esta disciplina puede ser practicada tanto por hombres como por mujeres, son éstas últimas las que más eligen bailar al momento de optar por clases sistemáticas. Los expertos dicen que incrementa la energía, reduce grasa, baja el estrés y aumenta la autoestima.
David Contreras de Energym, gimnasio que acaba de incorporar el estilo, cuenta que "la música resulta muy atractiva para quienes lo practican porque son temas en castellano, además el instructor diseña su clase a diferencia de otros formatos que ya vienen coreografiados. Yo creo que se prende mucha gente porque es libre, no tienen que seguir una estructura formal".
Se sabe que bailar tiene un efecto positivo sobre los sistemas nervioso y cardiovascular y actúa como un poderoso antidepresivo.
Otra de las promesas es que en una clase se puede bajar hasta 800 calorías, una cifra nada despreciable para los que buscan adelgazar. Ruth Chacón, profesora de Educación Física, bailarina e instructora de Zumba comento que "hicimos la prueba real de cuanto puede bajar una persona por sesión y comprobamos que reduce hasta un kilo, por supuesto que gran parte de esto es agua que se recupera rápidamente, eso hay que tenerlo presente".
Ruth conoció esta disciplina en Guatemala y luego se contactó para formarse con gente de Estados Unidos. Así fue como trajo la Zumba a San Juan y comenzó a darla en su instituto Equilibrio Vital de Santa Lucía, que quedó chico (podía albergar unas 30 personas), y tuvo que alquilar un salón de la Unión Vecinal ubicada cerca de la plaza de ese departamento por calle General Paz. Allí asisten unas 120 personas por clase siendo la mayoría mujeres.
Al buscar más motivos por los cuales la gente elige cada vez más esta disciplina figura que es tonificante corporal ya que el ritmo de la música y los ejercicios aeróbicos ayudan a fortalecer los brazos, piernas, glúteos y abdominales.
Claro que el principal ingrediente es que la gente no se aburre. "Zumba es una combinación de pasos de baile con movimientos de tonificación muscular, una forma divertida de hacer ejercicio. Acá todavía se practica lo básico ya que los instructores están formándose. Las capacitaciones se realizan sólo en Córdoba y en Buenos Aires, y es una opción para los que quieren moverse sin mayores exigencias", explica David.
Ruth sostiene que "la base de zumba es lo emocional más que lo físico ya que la intención es que la gente se sienta feliz y reduzca sus niveles de estrés. Los ejercicios que se hacen estimulan el buen humor al combinar ritmos divertidos con movimientos fáciles, que exigen la coordinación de brazos y pies".

