Todo parece indicar que la revolución tecnológica también llegó al campo de los audífonos. De hecho, la semana pasada se presentaron en San Juan y ante profesionales médicos (no solo especialistas en ORL sino además pediatras y foniatras), dos de los últimos productos digitales que hacen furor en Europa y que más allá de estar dotados de los últimos implementos técnicos, resuelven grandes problemas de audición.
Uno de estos audífonos es uno especialmente pensado para aquellos pacientes con pérdidas auditivas que a su vez padecen tinnitus o son acúfenos, que no es ni más ni menos que ese zumbido o silbido permanente en los oídos. Ese ruido es el síntoma de que "la cóclea (la estructura con forma de caracol, situada oído interno), el nervio auditivo o las vías auditivas centrales han sufrido daños. Las razones de estos daños son muchas y van desde las más sencillas o benignas hasta otras de mayor complejidad, entre las que se pueden citar desde tapones de cera, tumores y hasta la exposición a ruidos muy fuertes que alteran los oídos como los disparos de armas de fuego, escuchar música a volumen muy fuerte o maquinarias ruidosas. Se calcula que alrededor del 18 % de la población padece algún tipo de acúfenos y su frecuencia o intensidad muchas veces se asocia con el estrés, la ingesta de alcohol y cigarrillo”, explican Marta y Sebastián Barbieri, propietarios de la óptica ubicada en Avenida Ignacio de la Roza 141 (oeste), donde se comercializan los nuevos audífonos que vienen a resolver esta grave molestia.
Es que si bien algunos de los padecen este problema pueden llegar a acostumbrarse y convivir con este zumbido, hay otros a los que les provoca inconvenientes de por vida, que les impiden conciliar el sueño o se despiertan alterados por el ruido, no pueden concentrarse, están permanentemente angustiados e inclusive de mal humor, tienen dolor de cabeza, entre otras consecuencias que llegan a ser insoportables y ponen nervioso al más tranquilo. Para todos ellos (y hasta como complemento a un tratamiento con medicamentos), apareció un audífono de última generación que además de resolver la hipoacusia, tiene las herramientas fundamentales para "enmascarar o disfrazar” ese zumbido y como si fuera poco, lo hace a través de música zen -o música fractal- que provoca un estado de relajación ante esta molestia que puede percibirse en uno o ambos oídos. Estas melodías basadas en sonidos que no se repiten ni que interfieren con el habla, además de los programas personalizados que pueden cargarse en un procesador inteligente incorporado en la carcaza, según las necesidades del usuario -por ejemplo si es habitué a los conciertos en el Auditorio se puede armar un esquema en el audífono para cuando se presente esta situación y que la amplificación esté adaptada al nivel de sonido del ambiente y a la posibilidad de captar más de un instrumento- son la base del Mind440, un audífono de gran calidad tecnológica.
La música se puede accionar cuando la persona lo requiere. Además el aparato trae incorporada una voz que avisa cuando las pilas se están por acabar.
El otro de los productos revolucionarios es uno diseñado desde todo concepto para bebés, prácticamente un campo que no tenía mayor desarrollo en el tema o que en algunas marcas no era ni siquiera explorado.
El Baby440 -el nombre comercial del producto- es uno de los audífonos más pequeños del mundo, ya que lógicamente está adaptado a la diminuta fisonomía del oído de un bebé: trae una pequeña carcaza (donde se ubica la parte inteligente del audífono como por ejemplo un led que indica si está funcionando o no, o que avisa si se está por acabar la pila), un adaptador al oído y anclajes blandos que impiden que se caiga con facilidad. Está realizado con materiales blandos y flexibles por la fragilidad del canal auditivo y el oído externo del usuario. Como si fuera poco está recubierto de un material con nanocare, según explica Marina Quaranta (fonoaudióloga de Óptica Barbieri), que impide que se rompa si el niño se lo lleva a la boca.
Eso no es todo. Inclusive para hacerlo más atractivo a la vista -y hasta quizás más amigable para la mamá y el propio niño- viene en colores rosa, celeste y natural. Un detalle es que trae un sujetador con cintitas para prenderlo a la ropa como al chupete y hasta un control remoto para que los adultos puedan monitorear los comandos de uso básico (sonido).
"Ni bien se detecta que el recién nacido tiene problemas auditivos que pueden resolverse con un audífono, se puede aplicar este tipo de equipamiento. Esto es fundamental porque la vida sonora y especialmente la voz de la mamá comienzan a percibirse desde la panza como un eco, por lo que cuanto antes se detecte y se resuelva el problema, menos tiempo se habrá perdido para el desarrollo del oído y posteriormente del habla”, aseguran los profesionales consultados quienes especificaron que este producto recoge y amplifica especialmente los sonidos de frecuencias altas, los que se empiezan a percibir primero.
Se calcula que la vida útil de este audífono puede llegar hasta los 5 años, dependiendo por supuesto del uso y de los cuidados que se le de al aparato. Es más, a diferencia de otros elementos similares, no hace falta cambiar el audífono a medida que el niño va creciendo, sino que sólo basta con renovar el adaptador que se introduce en la oreja.
Ambos productos son de la marca Widex, una empresa líder en tecnología de la audición que tiene sentadas sus bases en Dinamarca y Bélgica. Hay que pensar en un costo aproximado de 10.000 pesos para adquirir cualquiera de estos equipos, un monto entre 3 y 4 veces mayor que el de audífonos menos sofisticados y modernos.

