La decisión de convertirse en bombero voluntario sólo pasa por la necesidad de dar una mano a la comunidad. Es, sin duda, una actividad netamente altruista ya que quienes deciden abocarse a esta tarea no reciben ni un centavo a cambio por todo el tiempo destinado y los riesgos que implica cada evento para los que son convocados. En San Juan son cerca de 200 voluntarios distribuidos en 8 cuarteles y otros dos en formación, mientras que a nivel nacional hay 853 instituciones con 45 mil bomberos voluntarios.
Caucete, Albardón, Chimbas, Capital, Iglesia, Valle Fértil, Rawson, Santa Lucía, son cuarteles ya conformados, mientras que Pocito y Sarmiento se encuentran en proceso de formación.
Un dato llamativo es que muchas de las nuevas instituciones han sido conformadas en los últimos tres o cuatro años debido a que en ese período se constituyó la Federación Sanjuanina de Bomberos presidida por Sergio Cuello con sede en la calle Benavídez en Chimbas. Esta entidad promueve la formación de cuarteles en todos los departamentos y forma parte de la Federación Nacional, cuyo objetivo es fomentar esta actividad solidaria en todo la República Argentina con ayudas para adquirir equipamiento.
Cuello, además de ser el titular de la nueva institución, coordina la "Escuela de Cadetes", para chicos entre 9 y 16 años que asisten los sábados por la tarde no solo para aprender sobre primeros auxilios, rescates y prevención de incendios, sino también a cultivar valores sociales como la solidaridad y ayuda al prójimo.
Las estadísticas son claras y contundentes ya que indican que los bomberos voluntarios de la provincia participaron en 531 eventos tales como incendios de pastizales, de vehículos, de casas, rescate de animales, entre otros; y en 132 en lo que va de este año.
Albardón, es uno de los últimos conformados y con mayor desarrollo porque si bien quedó organizado en 2009, comenzó con los operativos en 2011, y ya posee un terreno (donado por vecinos) y parte de la construcción del cuartel (baño, dos habitaciones y galería), además de toda la indumentaria necesaria. Como si eso fuera poco, es uno de los dos cuarteles -junto con el de Santa Lucía- dirigidos por mujeres. Es Sonia Venegas, la presidente de los bomberos de Albardón, quien además fue la responsable de su formación. Actualmente son ocho las personas activas, de las cuales el 50 por ciento son mujeres. "Todo surgió por la necesidad de recuperar valores en la juventud, volver a la cultura del respeto, de la solidaridad, por lo que nosotros tratamos de que los chicos se acerquen a nosotros. Actualmente estamos trabajando con una motobomba Ford 600 prestada por el cuartel de Chimbas hasta que podamos adquirir una propia. Eso nos ha permitido prestar servicio en incendios de pastizales que son los más comunes en este departamento", explica Sonia.
Si bien el equipamiento personal de cada bombero fue adquirido gracias subsidios nacionales, también el Municipio, la comunidad y algunas empresas colaboran con donaciones para poder subsistir. Para ello cuenta con un pequeño equipo de recursos humanos que se encarga de las campañas.
Más ejemplos de solidaridad
Cada cuartel tiene su particularidad. Caucete es el más antiguo de la provincia fundado en la década del 70; Capital cuenta hasta con motobomba pero no tiene terreno para levantar el cuartel; Santa Lucía, a pesar de tener todo en orden se dedica a la capacitación de su personal y de chicos del Barrio Colón porque no tienen lugar para llevar adelante las actividades. No obstante están todos unidos por fuertes lazos de hermandad que les permite – a través de la Federación local-, seguir creciendo para alcanzar el sueño de contar con todo lo necesario para ayudar desinteresadamente a la comunidad.
"Los bomberos voluntarios dividen su vida entre el trabajo formal, la familia y el cuartel. Así disponemos los horarios de acuerdo a cada caso para que siempre haya gente dispuesta a salir a ayudar. Cualquier persona puede ser bombero voluntario previa presentación de certificado de antecedentes, cartilla sanitaria y aptitud física y mental. Posteriormente participan de un periodo de entrenamiento de seis meses y si les gusta se quedan", explica Cuello, titular de la Federación.
Para subsistir los miembros de cada institución organizan campañas con bonos solidarios, venta de empanadas, apelan a la ayuda municipal y provincial, pero reconocen que quien más colabora es la comunidad.
Sólo Valle Fértil, Caucete, Iglesia, Rawson y Chimbas tienen motobomba propia, como así también Capital aunque esta movilidad está en Chimbas por no disponer de lugar.
Alfredo Nardi, presidente de Bomberos Voluntarios de Capital relata que "es muy difícil conseguir un terreno porque son costosos en esta zona y nadie quiere desprenderse de ellos. Hemos solicitado ayuda municipal porque es lo único que nos hace falta".
Claudia Ramos es la otra mujer que preside la comisión directiva de bomberos de Santa Lucía que data de 2008, y con personería jurídica del año 2012, pero además es también otra mujer, Eliana Picco, la que dirige el cuerpo activo. "Por el momento realizamos tareas comunitarias con mucho acento en el Barrio Colón que es una zona muy necesitada. Allí enseñamos normas básicas de protección, asistencia primaria de la salud, entre otras vinculadas a la prevención", indica Claudia.
Así los bomberos voluntarios de la provincia no sólo colaboran en la lucha contra los incendios sino que, además, dan clase de como se pueden hacer cosas por la comunidad aún cuando la plata falta.
