La recomendación ideal para esta época del año es poner a punto el jardín que tenemos en casa para recibir la primavera y el verano. Si aún no pusiste a punto el césped, no te preocupes porque estas a tiempo y repasaremos algunos consejos a tener en cuenta.
Preparación de suelo
El suelo es la base de todo. Si está en óptimas condiciones, nuestro césped será la envidia de la cuadra, pero si no es así, todo trabajo será en vano. Lo importante es eliminar toda hierba vieja, maleza y piedras grandes. Además deberías nivelarlo y trabajar la superficie.
Las mejores épocas para plantar césped son otoño y primavera. Ambos periodos son los considerados de “crecimiento”. Sembrar en esta época puntual podría demorar unas tres o cuatro semanas antes de que veas los primeros brotes.
Sembrado y riego
Una vez seleccionadas las semillas, debes esparcirlas de manera pareja por el terreno trabajado. Lo que no haya salido después de pasado el mes del sembrado, es probable que ya no brote.
Previo a la siembra, es recomendable un riego abundante y parejo. Luego de la siembra, el riego debe ser abundante y con lluvia fina y pareja, evitando la formación de charcos, ya que desplaza la semilla.
Cuando comience a crecer el césped, calculando unos 5 centímetros aproximadamente, la frecuencia del riego debe ser reducida.
Si ya tienes césped, pero sufrió los estragos del invierno, no desesperes, ya que se puede volver a recuperar con mucha paciencia y amor.
Lo primero que debes hacer es regar la zona. Realiza un corte general para estimular el crecimiento y nivelarlo. Si algunas zonas han quedado con pasto seco o quemado, debes eliminarlo y resembrar ese sector.
Con estos consejos puedes devolverle la vida a tu jardín para, dentro de poco, disfrutar de un espacio cargado de buena vibra, colores vibrantes y un césped sano y abundante.