Carne para todos, pescado para todos, fútbol para todos, TV digital, ayuda para terminar el secundario, beneficios para embarazadas, ayudas familiares, planes, subsidios, más planes y no se soluciona el conflicto. El tema es tratar de llegar a fin de mes con los números a favor, o por lo menos justos, para no perder plata.
Y siguen surgiendo novedades, cuando se pensaba que ya no habría más.
Todos surgidos de la Nación sin saber muchas veces la realidad interna de cada provincia (o muchas veces aún sabiéndola) estos planes de ayuda a los sectores más carenciados de la República Argentina, a la larga, no están causando otra cosa que falta de obreros para las viñas, para los olivos, los frutales y las hortalizas. Tampoco hay trabajadores para el sector de la construcción, industria y otras labores que no requieren una capacitación elevada, pero sí brazos para trabajar.
En estos días se publicó en DIARIO DE CUYO la incidencia que en la cosecha de la uva está causando la falta de obreros, cuadrillas digamos, en toda la provincia.
Para colmo, por el freno a las importaciones, tampoco se pueden ingresar (en tiempo y forma) las recolectoras francesas Braud, y otras americanas tipo FMC e italianas que hacen muy bien el trabajo.
Otro factor, además del negativo en el ambiente de la economía porque la masa que no trabaja y espera es mayor cada vez, aún en jóvenes en plena etapa de crecimiento, es el educativo.
¿Qué quedó de aquello de la cultura del trabajo y de educarse para vivir mejor? A nadie le interesa estudiar, mejorar su nivel haciendo cursos, seminarios, etc., si anotándose en el listado, con algún conocido en poco tiempo tiene efectivo fácil.
Que 40 grados es mucho calor, que la finca está lejos, que esto que lo otro, cada vez más excusas ponen los jóvenes para salir de su casa a trabajar. Que incoherencia. Este Cuyo se levantó gracias a italianos, españoles y extranjeros que llegaron huyendo de la guerra y con el sudor de su frente y consecutivamente año tras año levantaron verdaderos imperios vitivinícolas.
Vamos por muy mal camino. Lo peor es que lo estamos viendo y nadie dice nada.
