La palabra vacaciones, proviene del latín vacans: estar libre, desocupado, vacante. Es importante saber para qué existe este período en la vida de las personas. Son tan esperados estos recesos que casi siempre cuesta desconectarse y relajarse para que éstas puedan cumplir el objetivo marcado. Para la mayoría de las personas las vacaciones son para realizar aquello que no pudimos realizar a lo largo de todo un año; error. Por ejemplo leemos cinco libros, vamos al cine a ver todas las películas que no vimos, hacemos rutinas deportivas extremas, etc. El Lic. en psicología Héctor Daniel Castro, da pautas para definir en qué consisten las vacaciones y en las cuales existen algunos procesos a tener en cuenta:

En primer lugar la posibilidad de tomarse unos días, del trabajo, el estudio, las actividades cotidianas, el cual dependerá de las posibilidades económicas, pero también de las posibilidades personales de asumirlas. Los mandatos familiares y la crianza nos inculcaron desde pequeños que no es bueno estar "sin hacer nada". Por lo que existen personas que fieles a este mandato inconsciente no pueden estar "cómodos" en vacaciones y eligen hacer muchas actividades para pasar el tiempo. Es óptimo, aprovechar el tiempo para hacer las cosas que no podemos durante el periodo de actividades, pero, de ningún modo, es positivo llenarse tanto de actividades, que uno vuelva más cansado de las vacaciones.

Es muy importante poder tener tiempo "vacío, vacante", no sólo para poder conectarse con las propias sensaciones, necesidades, deseos, sino también para proporcionar descanso al cuerpo. El ocio, el tiempo sin actividad alguna, puede dejar surgir en los primeros días algunas sensaciones de angustia o ansiedad. Es difícil parar después de un año de trabajo, estudio, etc., pero es necesario superarlo para poder volver a pensar y sentirse enfocado en sí mismo.

En segundo término, es muy necesario alejarse, de los lugares cotidianos de actividad, que no sólo tiene que ver con "no ir a trabajar, o estar en el lugar de la actividad", sino también con desconectarse del teléfono móvil, las redes sociales, mails, y a veces también noticieros, televisión, etc. Correrse del contexto laboral es muy importante. Sobre todo para aquellos que por diversas razones no pueden abandonar la casa o la provincia. Poder cortar con lo que se hace habitualmente.

Como tercer elemento, cambiar la rutina diaria. Tratar de dormir y descansar más tiempo (aunque los primeros días es posible que se dificulte). Hacer las comidas más tranquilo. ¡Saborear, oler, disfrutar, probar! Antes de sentarse a degustar relajarse. ¡No hay apuro! Si los horarios se "alargan" no hay problema, no es necesario cumplir con nada. Todo aquello que no podemos hacer durante el tiempo de ocupaciones que nos impele a la rutina y velocidad, tenemos la posibilidad de hacerlo tranquilamente en vacaciones.

Finalmente, cuarto punto, ¿con quién? Es importante que podamos elegir personas que nos alienten a disfrutar, sin ser conflictivas ni problemáticas. Que puedan aceptar nuestro ritmo y que nos permitan tomar espacios de soledad.

Los que lo hacen con su familia, si es con niños pequeños, deberán revisar las distancias de los viajes. Los niños se estresan demasiado con largas horas de viaje en auto, aeropuertos, etc. Se angustian con muchas horas sin actividad para descargar energía. Pueden mostrar enojo, rebeldía, y dificultades para dormir. Debemos darles tiempo también a ellos para que se adapten. No obligarlos a viajes que sólo pueden soportar los adultos. Además buscar espacios donde encuentren actividades apropiadas a su edad. Y espacios que puedan compartir con sus padres. Un pequeño difícilmente disfrute de un museo o de una caminata por lugares históricos, es preferible lugares donde puedan jugar y cansarse.

Si de adolescentes se trata, pues las reglas claras antes de salir. Los adolescentes tratarán de explorar los espacios nuevos y ensayar su adultez, por lo que es importante que si salen a boliches o lugares solos, tengan un horario para volver y siempre estén supervisados por los padres. Las vacaciones pueden ser un espacio para excederse en su afán de libertad y autodeterminación. También es recomendable buscar actividades en conjunto con los adultos, para ellos es muy bueno.

¡Muy importante! Si algún día se aburren, pues, no pasa nada. Muchos padres, suelen buscar actividades para que estén constantemente divertidos y ocupados. Un ser humano, también debe aprender a aburrirse y hacer algo con ese aburrimiento, es de este aprendizaje donde surge la creatividad, en una palabra surge la inteligencia.

Si vamos con los suegros, cuñados, etc., es muy importante tener en claro que no podemos en quince días de vacaciones, poner los límites que no se pusieron durante años. Los límites a los de afuera deben acordarse previo a la partida entre la pareja. Cuánto opinarán y decidirán los otros acerca de las actividades que se llevarán a cabo, será una decisión convenida que luego se hará saber a los demás parientes.

Cuando se trata de ir con otras parejas, solas o con hijos, es importante que además del tiempo compartido, se prevean hacer actividades independientes y de cada familia.

Usar las vacaciones para arreglar parejas en proceso de separación o familias cuyos vínculos están deteriorados no siempre es la mejor salida, ya que pasar tanto tiempo juntos en ocasiones aumenta los roces y diferencias.

Finalmente, cualquiera sea el plan, y las personas que viajen, es importante que cada uno prevea un momento de soledad y encuentro consigo mismo.