Un equipo de científicos de la Universidad de Vigo (España) desarrolló recientemente un nuevo modelo de lentes de contacto revestidas con una pequeña cantidad de oro, que protege a los ojos de los daños derivados de la exposición a la luz intensiva. El estudio ha demostrado que es posible incorporar nanocápsulas de oro en las lentes de contacto, sin que ello perjudique la visibilidad de las mismas y consiguiendo de esta forma proteger los ojos de quienes las lleven de los efectos de las fuentes intensas de luz. Las nanocápsulas de oro aprovechan las propiedades como conductor de este metal para convertir la luz en calor, que luego se disipa con facilidad gracias a una ligera brisa o por medio de las lágrimas de quienes llevan las lentes. Pese a la incomodidad de este exceso de calor, se trata de una buena alternativa a la posibilidad de recibir quemaduras en la retina provocadas por la intensidad de la luz. Para elaborar las nanocápsulas, los investigadores lograron revestir unos granos de poliestireno con nanopartículas de oro y, posteriormente, con una capa de sílice. Los granos de poliestireno se eliminan después por medio del calor y los investigadores sumergen las nanocápsulas en una solución que contiene iones de oro.
