Lucen con orgullo la camiseta con el logo de la Municipalidad de la Capital. Y no es para menos: la prenda que a modo de uniforme les entregaron en la oficina de Empleo, representa su primer conquista laboral. Son quince jóvenes -de entre 18 y 24 años- que concurren a la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Alfredo Fortabat y que se incorporaron a la comuna por medio de una especie de pasantías temporales. Hasta ahora en estas oportunidades enmarcadas en el Plan Joven Más y Mejor Trabajo -que depende del Ministerio de Trabajo de la Nación- no había cabida para personas especiales que pudiesen desempeñarse en ámbitos del Estado. Son los primeros en el país en abrir este camino y eso también los llena de honor.

Por el trabajo en cuestión, reciben una paga de 750 pesos mensuales que en este caso tendrá una duración de aproximadamente 8 meses. Luego, podrán quedar efectivos o no, eso dependerá del desempeño de cada trabajador y de las necesidades del municipio, según contaron Ana María Herrera (orientadora del Plan Joven en la Oficina de Empleo de la Capital), Graciela Vega (vicedirectora de la escuela) y Pilar Gómez Roca (terapista ocupacional del establecimiento educativo). Por ahora concurren tres veces por semana, durante cuatro horas, pero hay algunos beneficiarios que dado el interés y la responsabilidad demostrada, les ampliaron las jornadas y cumplen con sus trabajos todos los días, como es el caso de Marcos Gómez, un chico de 21 años que está limpiando los archivos de Rentas del municipio, algo que realiza con puntillosidad y donde no hay diferencias con el resto, pese a tener una discapacidad mental.

El proceso para incorporarlos no fue sencillo. Primero hubo que convencer a las autoridades de qué con las capacidades de los jóvenes podían desempeñarse en algunas tareas sencillas. Pese a que los directivos escolares -que tienen una experiencia de al menos diez años en inserción laboral de sus alumnos en empresas privadas locales de distintos rubros (hotelería, supermercados, bodegas, comercios, distribuidoras de alimentos)- pasaron por distintas oficinas de la gobernación y por diferentes departamentos, solo en Capital, los escucharon.

Ahí empezó otra etapa, la de adaptar a los tiempos de estos chicos especiales (que padecen trastornes mentales leves y moderados), los cursos de capacitación obligatorios para el Plan Joven, donde aprenden cuestiones de higiene y seguridad, derecho laboral, pautas de convivencia en el trabajo,nociones básicas de computación. Luego los seleccionaron según sus gustos y les buscaron oficinas donde desempeñarse, ámbitos que también tuvieron a aprender sobre cómo tratarlos y darles tareas como a un trabajador más. Así fue como los ubicaron en el ECO (estacionamiento medido), el SEM (Servicio de Emergencias Municipales), oficinas de Cultura, Rentas, Desarrollo Humano, Deportes, Tribunal de Faltas, Compras, Oficina de Empleo, Tránsito y Transporte y Movilidades del municipio. Hacen tareas de limpieza, orden de archivos, recepción, cadetería, en su mayoría. Y están felices con poder trabajar como cualquier otra persona.