Si para los jóvenes mexicanos o cubanos el "sueño americano” es emigrar a los Estados Unidos en busca de una vida distinta, para esta familia de porteños que llegó a Iglesia hace un puñado de años, éste fue el suyo. De la locura de Capital Federal al manso atardecer iglesiano. Todo un cambio radical, del 100% y que tuvo en Agua Negra como la "gran excusa”.
Eduardo Lachari, junto a su hija Romina (36) y su esposo, José Manuel Quiroga (34) y los nietos, de 2 y 7 años, desembarcaron en 2009 en Las Flores con un sueño: montar una posada pensada en el túnel de Agua Negra. Y ojo que no es nada más que una expresión de deseo, sino que su posada es precisamente la "Bioceánica’, nombre decidor si los hay. Esta a escasos metros de la estación de servicio del Automóvil Club Argentino y a 2 kilómetros de la Aduana, por donde pasan los turistas que van por Agua Negra.
"Conocíamos el proyecto del Gobierno y nos pareció que era toda una oportunidad. Por un lado era cambiar de vida y por el otro era emprender algo que tenía presente y futuro. Presente porque trabajamos muy bien con los turistas que vienen los fines de semanas largos y que se incrementan cuando se abre el Paso; y por el otro está el tema minero, en donde hemos podido recepcionar sus necesidades y también sacarle rédito a eso”, explicó Romina.
La posada cuenta con un coqueto restorán, totalmente vidriado y una galería exterior. Toda ambientada en tonos y materiales rústicos, donde reina la paz en cada rincón. En la parte lateral están 4 habitaciones y otras 6 que están proyectadas para los próximos meses. "Nosotros intentamos que nuestra posada tenga los servicios mínimos para que el turista se sienta en un lugar lejano de su hogar pero cálido. Te imaginas que si un turista viene de Brasil hasta Chile, con todos los kilómetros que son, lo que quiere es un lugar cómodo y que se yo, que por ejemplo pueda conectarse a internet”, apuntó Romina, que es una activa habitante iglesiana y que transmite sus conocimientos en educación física -su otra pasión- en la comunidad, dando clases en el Centro Integrador Comunitario (CIC) y también con clases de estimulación temprana para niños.
