Con los antecedentes que ya se tiene sobre el cultivo en la provincia y luego de haberse realizado acá en octubre pasado el +I Simposio Internacional del Pistacho+, con exposiciones de expertos internacionales, no han quedado dudas que se vislumbra que este frutal puede convertirse en uno de los ejes productivos de importancia para la provincia junto a la vid y el olivo. Más claro aún si se tiene en cuenta el fracaso del cultivo de cientos de hectáreas de olivos plantados en microclimas no apropiados que quedaron +secos+ después de las fuertes heladas invernales ocurridas en las últimas temporadas.
En este sentido el pistacho tiene importantes ventajas, ya que soporta mejor el frío, no tiene enfermedades de importancia y presenta lo más importante para un productor: una buena rentabilidad por hectárea.
Como negativo podemos decir que hay que esperar una década para que entre en plena producción y para ello hay que tener financiación, algo que no está fácilmente al alcance y sobre todo para los pequeños productores. Pero sin duda, quien plante unas pocas hectáreas y aplique la experiencia que ya hay, seguramente tendrá una caja de ahorro del cual no se arrepentirá, ya que un estudio realizado por los economistas del INTA San Juan, Raúl Novello y Jimena Andrieu, indica que a largo plazo se presenta como una alternativa rentable y con un recupero de la inversión a los 11 años.
Desde hace más de dos décadas se habla con entusiasmo de este cultivo a través de sus pioneros, los productores Marcelo Ighani y Juan Bravo, pero muy poca recepción se había logrado como una alternativa válida de diversificación. Agricultores, empresarios y el propio Estado habían hecho en ese tiempo muy poco por un cultivo que por sus resultados a la vista va ser sumado sin duda a la economía agroindustrial de San Juan.
El convencimiento de Ighani (Piste)y Bravo (Frutos del Sol), sumados a las inversiones de empresarios de Buenos Aires como Marcelo Nemirovsky (Pistachos de los Andes) y Norberto Tadioli (Polo Pistachero), llevaron adelante el cultivo y su procesamiento con producciones no sólo para el mercado interno sino con exportaciones a Italia, Japón, Brasil, Venezuela, Rusia y posiblemente se incorpore Tailandia.
La cosecha 2013
Muy contentos están los pistacheros con los rindes de esta campaña. Aunque todavía no dan cifras concretas, se sabe que hay lotes donde se han duplicado y en algunos casos triplicado la producción. Y eso se debe exclusivamente a la aplicación de tecnologías cada vez más eficientes como mejorar el riego, fertilizantes en momentos oportunos, la polinización, la capacitación de los operarios en la cosecha manual y mecánica y mejoras en la parte industrial (lavado, clasificado, secado, tostado, salado y envase final del producto).
Luis Semo, gerente de +Polo Pistachero+ ubicado en 25 de Mayo explicó que +la cosecha comenzó los primeros días de febrero y terminará a fin de mes. Nosotros hemos mejorado la capacidad edilicia, con incorporación de una nueva cámara frigorífica y controlamos de cerca la humedad final del pistacho antes de envasar. Producimos pistacho como snack en sus formas tostado, saldo, salado con pimienta y salado con pimentón+. +Este año incorporamos una máquina partidora de pistachos industria nacional que nos permite recuperar pistachos sin cáscara que antes perdíamos por no poder partirlos. Era todo descarte. Bueno ahora ese descarte se recupera y se obtiene el pistacho pelado que se vende natural, tostado o salado+ agregó.
En cuanto a los mercados explicó que apuntan al mercado nacional y tienen un pedido muy importante a Rusia.
Maximiliano Ighani, de Pisté, ubicado en Carpintería, Pocito, indicó que +este año sus rindes son mejores y está muy satisfecho con la forma de encarar la cosecha+ e indicó que +nos estamos superando usando cada día una mejor tecnología+.
Los expertos indican que manejar muy bien los riegos de acuerdo al suelo y evitar la salinización del mismo es la clave. El cultivo requiere de suelos sueltos con texturas franco-arenosos hasta franco arcillo limosos. Profundos hasta 1,50 metros, bien drenados. Tolera suelos calcáreos, altamente alcalinos o ligeramente ácidos. Son limitantes los suelos con niveles freáticos altos, con restricciones de drenaje porque no soporta periodos importantes de anegamiento.
Ha quedado demostrado que los suelos pesados con poco drenaje no favorece en nada al pistacho. El encharcamiento no es muy bueno para el pistacho. Es tolerante a la sequía pero hay dos momentos muy difíciles donde no debe faltarle agua: al inicio del ciclo y en el momento de llenado de frutos. No obstante faltan estudios muy importantes en San Juan como los requerimiento de horas de frío y poder determinar con más exactitud zonas más aptas para el cultivo.