Lo que para tantas parejas es natural, para otras no. Al contrario. Embarazarse y llevar un bebé en la panza implica desde un sueño hasta un suplicio, desde trámites burocráticos, quejas ante las obras sociales (en el mejor caso que la tengan), dolores físicos y anímicos, desesperanzas e ilusiones, hasta pinchazos, procedimientos invasivos y nunca mejor dicho eternas y "dulces" esperas. De hecho, hace muy poco, la Organización Mundial de la Salud, dio a conocer que 1 de cada 6 personas presentan problemas de infertilidad en algún momento de sus vidas. Pero además desde el organismo se alertó a la urgente toma de recaudos para que las soluciones que brinda la ciencia lleguen a esas parejas.

Por suerte, San Juan no está ajeno a estos adelantos científicos con tratamientos médicos de acceso en consultorios privados pero también en hospitales públicos (ya sea la sección de Medicina Reproductiva del Servicio de Ginecología del Hospital Rawson o en el consultorio de Fertilidad del Servicio de Ginecología del Hospital Marcial Quiroga). Tantas veces, llegan hasta allí personas buscando respuestas a sus deseos de ser papás. De hecho, la doctora Graciela Schabelman, médica ginecóloga y especialista en Medicina Reproductiva y presidente de la Asociación de Obstetricia y Ginecología de San Juan (ASOG) lo hace a diario. Claro que ella no se limita a compartir sus conocimientos en su consultorio, sino que como muchos colegas, es parte de la tendencia de explicar y dar información generosamente a través de las redes sociales. Usa su Instagram porque le permite llegar a más personas que quizás de otro modo no accedan a cuestiones básicas que le permitan decidir por un tratamiento de fertilidad.

"Hablo de estos temas en las redes sociales porque creo en las instancias de educación que se generan en estos espacios y porque allí recurren mucha gente esperanzada en que alguien la ayude a concretar su sueño de maternidad. Es una opción para dar a conocer las posibilidades que tienen, los tratamientos que existen, para que sepan que es importante tener en cuenta la edad como un factor determinante, pero también que existe la posibilidad de hacer una consulta con especialistas en Medicina Reproductiva en San Juan. Cada vez más las redes sociales son usadas y de manera muy interesante para transmitir información útil. Por supuesto que respondo si me hacen preguntas puntuales, pero no hago consultas por Instagram porque puede ser contraproducente para la persona que está en situación de buscar un hijo. Esto debe hacerse en una consulta profunda y tranquila, Pero siempre puede ser un inicio para que le lleguen mejores oportunidades", asegura convencida del rol multiplicador de estos espacios.

Y así como lo hace por medio de videos, en esta nota, responde algunas cuestiones básicas de su especialización.

Médicamente, ¿de qué se habla cuando se dice infertilidad?

Médicamente hablamos de infertilidad cuando alguien no puede lograr un embarazo luego de un año de tener relaciones sexuales sin ningún método anticonceptivo en el caso de mujeres menores de 35 años o después de 6 meses, en el caso de mujeres de 35 años o más. Y también existen casos en los que no hay infertilidad en el sentido que no pudieron tener hijos, sino de una situación estructural como por ejemplo una pareja del mismo sexo que desea tener un hijo o una mujer sola que desea tener un hijo y para esto hacen un tratamiento con, por ejemplo, semen de banco.

¿Qué indican las estadísticas: hay más casos? 

Hay un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud que dice que una persona cada 6 va a experimentar infertilidad a lo largo de su vida. Es decir que es un problema de salud pública muy frecuente porque afecta al bienestar físico, psíquico y social de las personas.

En definitiva, la infertilidad si ha aumentado en los últimos años y uno de los motivos del aumento de la infertilidad es que socialmente se va buscando el embarazo en edades más avanzadas. Entonces por más que la gente sea saludable, que tenga un estilo de vida sano, biológicamente la fertilidad o la probabilidad de lograr un embarazo va disminuyendo. En el caso de las mujeres va disminuyendo la cantidad de óvulos y la calidad de óvulos y esto está relacionado directamente con la edad. Se sabe que este descenso es mayor a partir de los 35-37 años, estadísticamente y más acentuado luego de los 40. De hecho, en mujeres de más de 40 años no solo es más difícil embarazarse sino además que el embarazo siga adelante. En el caso de los hombres la relación no es tan directa, pero también hay una disminución de la fertilidad que se nota más a partir de los 40 años, según algunos estudios aunque otras investigaciones indican a partir de los 45. De todos modos, son límites mucho más difusos y menos claros que en el caso de las mujeres.

¿Afecta en igual medida a hombres que a mujeres? 

Existen causas femeninas y causas masculinas de infertilidad y muchas veces en parejas heterosexuales lo que se puede ver es que hay causas mixtas y los problemas pueden ser diversos: problemas de ovulación, en las trompas, en el útero, en los espermatozoides y que esto esté relacionado con distintas enfermedades en el varón. Cuando se hacen los estudios para evaluar la fertilidad, se van analizando todos estos aspectos, inclusive otros como las otras hormonas que influyen en la ovulación y un espermograma que después puede ser completado con otros estudios en el caso de ser necesario.

¿Cómo se está trabajando con estos tratamientos de fertilidad en San Juan? ¿Qué avances hay?, incluyendo tanto a clínicas privadas como a hospitales públicos.

En la provincia se pueden hacer todos los tratamientos de fertilidad, tanto de base como de alta complejidad que serían inseminación intrauterina, fertilización in vitro, ICSI (la inyección intracitoplasmática de espermatozoides que es una técnica de fecundación in vitro que se realiza mediante la inyección de un espermatozoide en el citoplasma de los ovocitos), tratamientos tanto con óvulos como semen de donante, criopreservar embriones y criopreservar también óvulos o tejido ovárico o espermatozoides. Esto tiene distintas indicaciones médicas. Todos estos procedimientos médicos se pueden hacer tanto en el sector privado de salud como en el sector público. De hecho, en el Hospital Rawson se realizan tratamientos de fertilidad tanto de baja como de alta complejidad.

¿Qué aspectos tienen que tener en cuenta quienes se someten a estos tipos de tratamientos: paciencia, tiempos, dinero, etc, etc?

En primer lugar hay que llegar a un diagnóstico correcto, Hace falta hacer estudios de fertilidad que esto está totalmente normatizado es decir cuáles son los estudios y procedimientos que se necesitan y en base a esto elegir el tratamiento. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los tratamiento de los que hablamos se hacen dentro de un ciclo menstrual -es decir que se empieza con la menstruación- por lo que es vital tener disponibilidad de tiempo. Esto no significa que durante un mes la paciente no vas a poder hacer nada, no es así, pero debe saber que hace falta cumplir con medicación que se va indicando, ecografías de control y según el tratamiento, habrá un momento en el que se harán procedimientos de baja o alta complejidad. 

Los tratamientos de baja complejidad son los que la unión entre óvulo y espermatozoide se hacen en el cuerpo de la mujer, para lo cuál es necesario hacer estimulación de la ovulación para relaciones sexuales programadas o inseminación intrauterina, mientras que los de alta complejidad son los que la unión entre óvulo y espermatozoide ocurre en laboratorio, eso sería lo que llamamos fecundación in vitro.

¿Qué tipo de contención se incluye como parte del tratamiento a las parejas?

Tanto la infertilidad en sí misma como los tratamientos suelen ser bastante estresantes y en los distintos equipos de medicina reproductiva suele haber una psicóloga trabajando, por ejemplo yo trabajo en el Sanatorio Argentino y tenemos una profesional del ámbito de la psicología por lo que se les ofrece a las parejas que lo deseen hacer una consulta y tener un acompañamiento durante estas etapas de diagnóstico y procedimientos. Esta contención va más allá que la o las personas estén haciendo terapia por su parte. Esto es un apoyo para focalizar en este tema. No es obligatorio pero lo puede tomar quien lo desea. En el hospital público también se cuenta con psicólogas que se dedican especialmente a dar apoyo. Aparte pueden haber grupos de autoayuda y hasta organizaciones que ofrecen charlas orientativas y de pares que pueden servir para pasar el momento que no siempre resulta fácil. Por supuesto que cada uno elegirá el ámbito que le resulte más cómodo y contenedor.

¿Por qué recurrir a la preservación de la fertilidad?

Hace pocos días hicimos una jornada en San Juan sobre cuidado y preservación de la fertilidad, organizada por la Asociación de Obstetricia y Ginecología de San Juan y el Sanatorio Argentino, con disertantes locales, de Buenos Aires y Mendoza. Se desarrolló en el marco del mes de junio ya que coincide con la designación internacional para el Cuidado de la Fertilidad, en la que es fundamental la preservación de la fertilidad, como aspecto que se ha desarrollado mucho en los últimos años. Básicamente hay dos grandes motivos de la preservación: uno es aquella persona que tiene algún problema de salud, como por ejemplo cáncer y que sabe de antemano que por el mismo tratamiento que debe seguir como someterse a quimioterapia, es posible que disminuya su fertilidad. En este caso antes de hacer el tratamiento se pueden congelar óvulos, o tejido ovárico o espermatozoides para el futuro, para cuando la persona este recuperada y desee un embarazo. Aclaro que no es una obligación usarlo si después cambia de idea. Pero es una forma de asegurarse poder gestar. En los casos de motivo de salud está cubierto por las obras sociales y se atiende como una urgencia para evaluar alternativas, asesorarlo y no perder tiempo. El segundo grupo contemplado y el que en los últimos años, más ha puesto el acento en esta opción es el grupo integrado por mujeres que desean algún día embarazarse o que creen que van a querer embarazarse pero están llegando a una edad en la que se sabe que va a empezar a disminuir su fertilidad. Si por ejemplo una mujer de 34 años luego de evaluar la cantidad de óvulos que tiene, puede elegir congelarlos por si el día de mañana le cuesta lograr un embarazo. Ya que no es la misma posibilidad embarazarse con óvulos a los 34 años que a los 40 años, aún siendo la misma persona y haciendo exactamente el mismo tratamiento. Tampoco es obligación usar estos óvulos, es tener una posibilidad guardada. Es frecuente y cada vez más que hoy las personas apuesten a estudiar, viajar, trabajar, mejorar su situación económica, alcanzar realizaciones personales, entre otros factores sociales o que no tengan pareja o la formen en edades más avanzadas que antes, lo que hace que se postergue su maternidad. En este caso, no está cubierto por obras sociales pero es una interesante opción para ser mamá algún día y no tener problemas.

En las redes

¿Por qué fuera del consultorio, la doctora Schabelman se dedica a brindar información por las redes sociales? 

Esta médica especialista en Ginecología, Medicina Reproductiva y en Endocrinología Reproductiva está convencida que son un canal de comunicación interesante para difundir temas de medicina reproductiva, fertilidad e inclusive ginecología.

"Mis publicaciones de Instagram van dirigidas a toda la comunidad. No importa si son pacientes mías o no. Empecé a hacerlo hace 2 años y tomé la idea de muchos colegas, en el país, que en época de pandemia empezaron a hacer este tipo de acciones para educar, hacer prevención y acercar información útil a la gente", confiesa.

La profesional Tiene su consultorio de Fertilidad en el Sanatorio Argentino sede de calle San Luis. También se la puede seguir en Instagram donde permanentemente actualiza su perfil con información e inclusive propone preguntas y hasta trivias como @dra.gracielaschabelman.

Infertilidad en la mira

En abril de este año, la Organización Mundial de la Salud publicó un informe en el que exponía que cerca del 17,5% de los adultos, es decir, alrededor de uno de cada seis, presentan problemas de infertilidad en algún momento de sus vidas y a su vez, alertaba la urgencia por aumentar el acceso a una atención de la infertilidad asequible y de calidad para quienes la necesiten. Es más en dicha documentación dejaba en claro que con las nuevas estimaciones, la prevalencia de la imposibilidad de procrear varía poco de una región a otra y las tasas son similares en los países de ingresos altos, medianos y bajos, lo cual demuestra que se trata de un importante problema de salud pública en todos los países y todas las partes del mundo.

Para las autoridades del organismo mundial, este informe revela una verdad apabullante: la infertilidad no hace distinciones y la enorme proporción de afectados evidencia la necesidad de ampliar el acceso a los tratamientos y de incluirla en las políticas y los estudios sobre salud, de modo que las personas que lo deseen dispongan de vías seguras, eficaces y asequibles para tener hijos.

Además de ser un trastorno del aparato reproductor (masculino o femenino) implica mucha angustia, estigmatización y dificultades económicas y afectar al bienestar mental y psicosocial de las personas.

El informe presentado aporta datos analizados de todos los estudios pertinentes efectuados entre 1990 y 2021 y toma en cuenta los diversos métodos de estimación utilizados