La aromaterapia es una disciplina terapéutica que aprovecha las propiedades de los aceites esenciales extraídos de las plantas aromáticas, para restablecer el equilibrio y armonía del cuerpo y de la mente para beneficio de nuestra salud y belleza. La palabra "aroma" significa olor dulce, y "terapia", tratamiento diseñado para curar. A diferencia de otras terapias, el potencial curativo de ésta procede de su capacidad para promover la relajación y, al mismo tiempo, generar una sensación de alegría o tranquilidad en el receptor. No reemplaza a la medicina tradicional sino que la acompaña y hace que sus efectos sean más rápidos y duraderos porque llegan a la raíz emocional despertando nuestras propias energías de curación. Ayuda a eliminar los efectos desagradables ó tóxicos de los tratamientos alopáticos necesarios. Nos armoniza y nos fortalece para poner de nuestra parte la energía necesaria para la curación. "Los aceites esenciales poseen moléculas aromáticas que a través de masajes o por el olfato entran al torrente sanguíneo y producen una respuesta emocional, psicológica o física", aclara Elena Platero profesional de masoterapia. Los aromas actúan en nuestro interior por asociación de imágenes, evitando la intervención de nuestra parte consciente que todo lo analiza y todo lo traduce a palabras comprensibles. Es por esta razón que se considera como el lenguaje del alma, aquello que nuestro cerebro percibe a través del olfato, lo sitúa en el área de las percepciones espirituales, armonizando nuestro cuerpo energético y accediendo de este modo a la regulación del área física que necesite ser reconstituida. Es un eficaz aliado en el alivio de ciertas dolencias físicas o enfermedades y, a su vez, para equilibrar el ánimo y las emociones.
- SU ORIGEN
Esta terapia promueve el bienestar físico y psicológico. Se puede usar junto a otras técnicas para un enfoque alternativo más holístico y como -ayuda- a la medicina científica. No es una práctica nueva, se utilizaba tanto en Oriente como en China en el año 4500 a.C. Además, los antiguos egipcios usaban aceites esenciales para embalsamar y con fines terapéuticos. En Grecia, médicos como Galeno o Hipócrates aprovechaban las ventajas de las hierbas aromáticas para tratar a sus pacientes. En la Edad Media, en Europa, se utilizaban para combatir enfermedades. Por otra parte, en el Renacimiento es sabido que la reina Isabel I (de Inglaterra) apoyaba su uso. En algunos países como el Reino Unido, existen colegios oficiales que regulan la profesión del aromaterapeuta.
Los aceites se pueden aplicar de diferentes maneras:
- Por inhalación: Es el método básico, puede ser directa o no (mezclando con agua, por ejemplo). También pueden emplearse difusores o vapor. Se usa para problemas en el aparato respiratorio o algunas condiciones en la piel.
- Por masaje: Primero se diluyen en alguna loción o agua. Posteriormente, se realiza un masaje de forma enérgica o suave, según la dolencia. Ideal para contracturas.
- Como baños aromáticos: Primero, se llena la tina de agua caliente y se echan algunas gotas de aceites. Luego, se alterna con agua tibia. Para la circulación y la relajación.
- Como cataplasmas (calientes o frías): Para afecciones en la piel o problemas musculares.
- Uso interno: No se recomienda. Su ingesta puede ser tóxica y la dosis incluso letal. No se debe consumir sin aval de un profesional.
El sentido del olfato y del tacto
Al estudiar esta disciplina nos concentraremos en estos sentidos ya que de ellos depende beneficiarse de los aromas. Las investigaciones han demostrado que las personas responden a los olores a un nivel emocional superior al de los otros sentidos. Un aroma puede desencadenar toda una sucesión de recuerdos casi olvidados la zona del cerebro asociada con el olor es la misma que la de la memoria. La región olfatoria es el único lugar de nuestro cuerpo donde el sistema central esta relacionado estrechamente con el mundo exterior, de este modo, los estímulos olfativos llegan directamente a las centrales de conexiones mas internas de nuestro cerebro. Las neuronas de la región olfativa son neuronas sensitivas primarias y forman parte de las neuronas cerebrales.
Cuestión de memoria emocional
Cuando se huele algo se evoca la memoria emocional, se puede relacionar las emociones. Así, la memoria asociativa de aromas y situaciones generan el aprovechamiento de los aceites para uso terapéutico, pues la conciencia registra el aroma con la ambientación. Algunos aceites tienen la propiedad de transformar y equilibrar nuestras emociones, reduciendo la ansiedad, la depresión o la fatiga mental.
La aromaterapia actúa sobre los planos sutiles por ello ayuda a la meditación, visualizaciones, concentración y a todas aquellas técnicas destinadas a buscar el equilibrio y armonía interior.
El usar el tacto es un instinto humano y una necesidad fundamental. La cultura humana ha empleado persistentemente el tacto como medio de comunicación, o bien en un contexto terapéutico o simplemente como expresión de solicitud y afecto.
El tacto influye también en el sistema nervioso autónomo, relajando y vigorizando el cuerpo al mismo tiempo, y las investigaciones han demostrado que fomenta la secreción de endorfinas, conocidas como "las hormonas de la felicidad’, que actúan como narcóticos naturales del cuerpo al reducir el dolor y al producir una sensación de alborozo y bienestar.
Un aceite para cada momento
Los productos Just (suizos) combinan ciencia y naturaleza para crear la armonía y equilibrio. Están impregnados con aceites esenciales de calidad farmacéutica que logran capturar los efectos benéficos de la naturaleza al liberar los poderes curativos de las plantas. Para diferentes dolencias o estados anímicos producen un bienestar positivo. Algunos de ellos son:
- Neroli: Romántico y soñador.
- Manzanilla: Reconfortante natural.
- Menta: Concentración.
- Bergamota: Gotas de felicidad.
- Aceite antiestrés.
- Óleo 31: Dolores de cabeza y tensión.