Basta verlo con un pañuelo impecable al cuello, escucharlo decir cada palabra que pronuncia casi recitando, palpar la inmensidad de sus conocimientos musicales y percibir su actitud frente a la vida para describirlo como un tanguero de alma. Y es así. Esteban Díaz, que tuvo un desempeño en la publicidad radial y también fue pionero en el dial en los años "60 con sus programas referidos a la temática arrabalera, está orgulloso con la primera publicación de su vida, la que nació con el objetivo de difundir cada aspecto del tango en el que pudo investigar y por qué no, incursionar cantando. "Tango canción de rango”, es el título del libro que en estos momentos está en imprenta y que en los próximos días presentará en sociedad.
A decir verdad, "Tango canción de rango” no es una frase más para Díaz. Lo eligió para encabezar la tapa de su libro -el que estuvo preparando por más de 5 años- primero y principal porque "representa el status al que supo llegar el tango cuando en septiembre del 2009 la Unesco lo declaró como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad”, explica el autor, quien en 315 páginas trató de compilar los orígenes, influencias, historias, estilos, contextos sociales y culturales, además de los nombres de los creadores y cantores de tango de todas las épocas, entre otras informaciones fundamentales que aparecen en su publicación. Pero además lo del rango se liga con su historia personal."Cuando el poeta y animador Raimundo Moreno Delgado me presentaba en mis actuaciones me regaló un slogan que me acompañó de por vida. El decía de mí que dando al tango su rango de broncas y algarabías, el tango se hace más tango cuando lo canta Esteban Díaz. Y me gustó para compartirlo con todo aquel que quiera saber algo más del tango”, dice con Pasión como justificando la elección del nombre.
Pasión en la sangre
Según cuenta Díaz "tomó contacto con el tango desde el vientre materno”. Por eso no es de extrañar que este género musical lo marcara para siempre y hasta lo enamorara al escucharlo en su casa del Barrio Puyuta, a casi cuatro cuadras de la Plaza de Desamparados, al escucharlo cantar a su padre mientras trabajaba en su taller de carpintería.
Con 16 años empezó a meterse en el mundillo y a los 18 años tuvo su primer contrato profesional como cantante, con un buen caché, para despuntar el vicio en el entonces famoso Patio del Tango y la confitería Animé, que supieron funcionar en el microcentro de San Juan. en esas noches arrabaleras supo compartir escenarios con muchos de los músicos sanjuaninos que dejaron huellas en el ritmo del 2×4, como José Rainelli, Milo Sánchez, Ciro Torres, entre otros.
"Esa era una de las grandes motivaciones de mi juventud hasta que tuve que dejar los escenarios para dedicarme de lleno al trabajo de guionista publicitario en la entonces Radio Los Andes (hoy LV5 Radio Sarmiento). Estaba feliz trabajando todas las noches pero era mucho esfuerzo. Igual en la radio me pude encontrar nuevamente con mi destino musical ya que allí pude tomar contacto con las orquestas típicas que iban a las audiciones y empecé con mis programas radiales referidos al tango, esa música que siempre me inquietó. Yo escuchaba e incluía al aire de todo, desde Gardel con su voz clara, limpia y con una entonación perfecta, a Edmundo Riveros y su voz gruesa, Alberto Castillo, Edmundo Riveros, Canaro y las orquestas típicas, los tríos, Pugliese, Fresedo, entre tantísimos otros más. Hoy siguen al aire mis audiciones de "Presencia de Tango” en Radio Libre, de la mano de Pepe la Colina, todos los domingos de 13 a 14”, explica esta especie de biblioteca parlante del tango que sabe de historias, recuerda fechas y nombres a la perfección, distingue con los primeros compases a cualquier cantor.
Rol de escritor
en todos estos años, el ahora escritor, pudo atesorar una enorme variedad de libros, recortes con informaciones periodísticas, cientos de discos de pasta que terminó por regalar en un momento de crisis, cuando falleció Edita, su compañera de vida durante 48 años. De todos modos, jamás abandonó su gusto por escuchar tango. Desde hace un tiempo ya que logró juntar más de 400 CD de tango, según un cálculo somero, los que representan a miles y miles de interpretaciones y versiones de tango. Todo ese material, más nuevas investigaciones, le sirvieron de base para los primeros borradores del libro que lo obligó a aprender computación -casi a los 80 años- para poder "escribirlo como Dios manda”.
"Yo creo que el tango es una sabia música que habla de momentos por lo que es influenciada por el contexto. Por ejemplo, en el tango influyó la colonia, el apego de los esclavos, también el campo y el folclore, el candombe y el vals. El tango es poesía y es baile. Es riqueza cultural. Por eso yo escucho y valoro todo aspecto del tango. Y considero por eso que cada autor e intérprete supo aportarle su estilo al cancionero popular. Es más hasta me emociona como los jóvenes se han apropiado, a su modo por supuesto, del tango. Yo no reniego de esto ni de que se haya puesto de moda. Al contrario, lo aplaudo porque creo que lo mantienen vivo al tango, inclusive sostengo que solamente el tiempo dirá si es bueno o no”, dice Díaz quien a aspira a vender los 200 ejemplares que encargó entre San Juan y otros puntos del país, ya que su objetivo es poder compartir esta Pasión que tiene "desde pibe” con otros, especialmente con las nuevas generaciones.
Con un borrador sobre la historia de Gardel a punto de terminar (el que se convertirá en un segundo ejemplar de su autoría), este tanguero de alma ya empezó a ensayar la letra de uno de sus tangos preferidos que recitará para la próxima presentación de su primer libro. Si bien nunca olvidó esa letra, si quedó guardada en un rincón de su memoria, que la nostalgia supo desempolvar.

