Vaya donde vaya, Pedro Córdoba anda vestido de gaucho. El hombre de 64 años de edad luce boina, pañuelo al cuello, alpargatas, además una sonrisa cálida que ofrece amistad. Pedro es talabartero y un artesano nato, ya que que fabricar todo lo que lleva un caballo. Desde lazos, monturas, riendas, estribos, como también los accesorios de los gauchos, como cinturones y botas de decenas de agrupaciones gauchas. Pedro es un gran talabartero muy reconocido en el ambiente gauchesco sanjuanino. Desde hace tiempo lucha contra el cáncer, por eso, sus compañeros y amigos programan una jineteada para recaudar fondos para ayudarlo (ver aparte).

La historia de este hombre comienza en los lotes Albarracín, Alto de Sierra, Santa Lucía, cuando era niño y montaba en caballo. A los 17 años se compró su primer ejemplar. En ese tiempo se dedicaba a la tapicería. Su mundo era el campo con todas las actividades que esto encierra y amigos con quienes andaba a caballo. Trabajaba haciendo riendas y aperos de alpaca y plata para los caballos que luego les regalaba a sus amistades y familiares. También fabrica cuchillos, rebenques y todo lo referido al gaucho.

Siempre fue amante del campo, por ese motivo, cuando se casó, lo hizo sobre un caballo con su novia en anca. Cuando bautizó a su hijo, también lo llevó en caballo.

Tiene tantas anécdotas que prefiere comenzar con las más recientes, entre ellas, que le fabricó unas botas al gobernador José Luis Gioja. Se las regaló hace dos años, para que pudiera asistir a los desfiles y usarlas en el cruce de Los Andes. +Las botas debían ser especiales, porque el señor gobernador tiene el empeine alto y necesitaba estar cómodo, porque él me decía, +yo siempre ando en las cabalgatas de alpargata, nunca me pude poner botas+. + Yo logré hacerlas, se las llevé a la Casa de Gobierno, se las probó, quedó muy contento y yo orgulloso de que pudiera usar lo que yo hice con mis manos+-, cuenta.

Otros recuerdos que lo enorgullecen como gaucho es que desfiló 5 veces en la Rural de Palermo representando a San Juan. También cabalgó durante 5 días a San Luis para llevar sus artesanías junto a un amigo. Cuando Pedro levanta su stand en cualquier evento gauchesco, atrae a los hombres y mujeres de campo como si fuera un imán. Sus trabajos son reconocidos como finos, firmes y de muy buena calidad. El hombre se siente como pez en el agua hablando sobre el trabajo del campo y lo que se necesita para trabajar y para lucir con la pilcha gaucha.

Es que Pedro Córdoba es de esos hombres que conserva y predica las tradiciones argentinas desde la artesanía. Con muchas experiencias vividas hacen que sea uno de los hombres más respetados en el ambiente gaucho.