Cada año que termina, los jóvenes que integran el Taller Protegido anexo Escuela Fortabat ubicada en calle Tucumán y Lateral de Circunvalación, Capital, no sólo demuestran las capacidades que van adquiriendo sino que además sienten que ese esfuerzo vale la pena. Es que gracias a un convenio que tienen hace un par de años con la Escuela de Comercio General San Martín pueden comercializar algunos productos en la muestra anual que ellos realizan. Este año la mayor producción estuvo orientada a la imagen de la Sagrada Familia y a pesebres para dar un sentido a las Fiestas de Fin de Año con el nacimiento del niño Jesús.

El primer paso consiste en que los chicos de 6to año de la escuela dependiente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) realizan un estudio para conocer que es lo que la gente demanda para su exposición anual. Luego las maestras orientan la tarea productiva para que los jóvenes del Taller pongan manos a la obra. Claro que este año tuvo una particularidad, cuentan las docentes del área Silvina Carelli y Viviana Bardía que son las encargadas del taller de cocina, y esta vez tuvieron que aprender con los chicos esta nueva tarea. Además de las profes Alejandra Robledo y Norma Ramírez hicieron lo mismo con los pesebres.

Por el momento piden a un par de artesanos que se encarguen de realizar la base de las esculturas luego ellos pintan y agregan detalles distintivos. "No hay que olvidar que los jóvenes tienen distintas discapacidades y para ellos ya es un logro pintarlos. Además se sienten útiles y se van dando cuenta de las cosas que pueden hacer. Aprender a pintar, a patinar, y no sólo venden los productos para luego comprar elementos para el taller, sino que además cada uno de ellos se lleva de regalo uno a su casa. Eso los hace muy felices", dice Silvina.

Los alumnos que estuvieron a cargo de la Sagrada Familia fueron Mercedes González, María de los Angeles Ferrer; Williams Vedia, Gustavo Aguilera, Matías Ruiz, Paola Alcucero, Alan Martín y Bryan Fernández, todos tienen entre 15 y 22 años. Además también recibieron ayuda de un grupo de chicos de la de Comercio.

Las profes aclaran que la idea es siempre adaptarse a la demanda. "No podemos ir a esa feria con cosas comestibles porque hay que contar con muchos permisos por eso nos adaptamos a la demanda de la gente", explican las docentes del Taller Protegido Anexo Escuela Fortabat que es coordinado por la profesora Graciela Vega.

Los colores elegidos este año fueron dorado, rojo, óxido entre otros que sirvieron para dar rienda suelta a la creatividad de los jóvenes que se sienten felices por sus logros, con el plus de que no quedan guardados en las aulas de los talleres sino que son útiles para otras personas.

Los talleres

Son varios los talleres que se dictan para que los jóvenes con discapacidades adquieran habilidades y puedan volcarlas en la práctica. Pastelería y panadería se divide en dos, uno de producción de panqueques y panes integrales, y otro de maicenitas y budines; en orientación agropecuaria aprenden mantenimiento de jardines y huertas; en packing hacen cajas; en otro pesebres; en reciclado de papel confeccionan artesanías y agendas. Además hay un taller de trabajos en madera y fabricación de llamadores de ángeles con elementos de la naturaleza.

Claro que esta posibilidad de aprender cosas que permitan una inserción social van acompañadas de una educación práctica

de cosas cotidianas, por lo que las docentes trabajan mucho en autonomía personal, que incluye desde aprender a lavar una taza, preparar el desayuno, y otras tareas que les permiten desarrollarse.

Los productos de los talleres de cocina, lógicamente se van aprovechando en el día a día, mientras que el resto de la producción que reúnen está destinada a la venta en ferias anuales. Una de ellas es el encuentro de Micro-emprendedores que realizan los alumnos de 6to año de la Escuela de Comercio, y este año se sumaron la Expo Feria Minera Andina y una muestra realizada en el Rectorado de la UNSJ.

También las empresas privadas y particulares que hacen el pedido con anticipación pueden comprar productos para regalos de fin de año con la ayuda que esto implica.

Una verdadera tarea de inclusión ya que estas herramientas sirven para que los jóvenes también puedan aprovechar los programas de empleo que llevan adelante empresas privadas y sean tomados por ellas en forma transitoria o permanente.