Aseguran que un "lobby" estadounidense impide la entrada de limón argentino. El camino de la Argentina para destrabar la suspensión de la entrada de los limones a los Estados Unidos que impuso la administración de Donald Trump tres días después de asumir se vuelve a poner áspero por el fuerte lobby de los productores de cítricos de California y Arizona.
Mientras que el gobierno de Mauricio Macri y los productores tucumanos están esperando que esta cuestión se destrabe, los estadounidenses están operando en sentido contrario. Lo hacen a todo vapor en Washington no sólo en el corazón del Departamento de Agricultura de ese país sino también en la propia Casa Blanca, adonde se contactaron con la oficina del propio vicepresidente Michael Pence.
Este jueves en Bonn (Alemania) la canciller Susana Malcorra y el secretario de Estado de Donald Trump comenzarán a delinear los detalles de una bilateral entre los dos presidentes. Pero la traba a los limones argentinos rozará la reunión como uno de los fantasmas, donde deberían estar jugando fuerte las áreas de comercio y agricultura.
"Debemos esperar los 60 días de la disposición firmada por Estados Unidos. Técnicamente Argentina cumplió y cumple con estándares sanitarios exigidos a nivel internacional", dijeron en el equipo del ministro Ricardo Buryaile.