Ya iniciado el otoño, un hormiguero humano se ve trabajando en una suave mañana soleada, en una finca de suelos oscuros, en el corazón del Médano de Oro. Allí varias decenas de personas arrancan las plantas de tomate, una por una, para literalmente "ordeñarlas" (o sacudirlas) hasta no dejar ningún fruto en la misma. Luego, del piso van eligiendo los frutos rojos, maduros, sanos y enteros, los que se llevan a bines plásticos de 500 kilogramos. Estos, posteriormente, son tomados por tractores de buena potencia, que, equipados con púas elevadoras, los cargan y trasladan a los camiones, que están ubicados estratégicamente en los potreros cultivados con esta popular hortaliza para fábrica, una de las líderes en el mundo por su importante consumo.

Para varios productores, luego de la incertidumbre del ajo y de la cebolla, esta actividad les permite tener una segunda oportunidad en el calendario, ya que con fecha de transplante en diciembre, arrancan otra chacra en la misma temporada, pudiendo optimizar el aprovechamiento integral del suelo; y ni que hablar si se cuenta con equipo de riego por goteo, la vedette actual de las producciones sanjuaninas.

Un agricultor aseguró a Suplemento Verde que no se pueden comparar las plantaciones de tomates tempranos, o de ciclo medio, con las tardías. Acá la desconcentración de madurez de frutos es el principal problema, la gran presión de plagas y enfermedades también y esto lleva a un costo superior en controles con agroquímicos específicos.

Mencionó que sacar 100.000 kilos por hectárea en estos cultivos, por todo lo mencionado, es muy interesante y de a poco, en las últimas temporadas, le están tomando la mano a este manejo, diferente al tradicional.

Técnicos de una de las agroindustrias locales que recepciona estos frutos rojos, presentes en el lugar, aseguraron que están buscando reinsertar a los tomates tardíos en el circuito productivo-industrial. Históricamente los números no fueron buenos en cuanto a kilos obtenidos por hectárea cultivada, y la calidad lograda tampoco fue satisfactoria, pero ahora, con el apoyo de la Asociación Tomate 2000 están pensando en reemplazar el tomate tardío traído desde Mendoza, donde en esta fecha se da más sano, y de más calidad, pero más caro, por el flete.

"Falta concentración de madurez, y calidad, hay un porcentaje de descarte de verde y de podrido a mejorar, pero San Juan, logra cien mil kilos por hectárea, incluso falta cosechar una finca donde hay 120.000 kilos por hectárea, y ahí, se vuelve una alternativa más que interesante para la fábrica, y también para el chacarero, considerando que se paga un 10% más por kilo que en el tradicional de enero o febrero", dijeron.

Finalmente indicaron que esperan ansiosos los resultados de los ensayos de variedades que están llevando adelante los ingenieros agrónomos de la entidad, para optimizar detalles a futuro (ver pág 5).

Rolando Perez, el agricultor que estaba recolectando tomate en ese momento dijo a este medio que "siendo serios, prolijos y eficientes, se pueden sacar buenos rindes. Hay lotes de HMX 7883, de 115 días aproximados de ciclo, que están dando 100.000 kilos por hectárea. Es una variedad equilibrada y no tan vigorosa, que es especial para estos momentos del año".

Siguió diciendo "es verdad que exige al productor un equipamiento extra que es importante: varios tractores, elevadores, cuadrilla numerosa, una seria logística de camiones y bines para cosecha, y durante el cultivo pulverizadoras y productos químicos en cantidad, ya que la cantidad de aplicaciones va desde 10 a 12 por temporada, de 3-4 productos activos cada una, algo inusual para un temprano", sentenció.