Volver a trabajar después de vacaciones puede generar depresión en muchas personas ya que este tiempo es uno de los más esperados. Deseamos hacer esas actividades que no concretamos durante el año. 

Pensamos: "Quiero dormir hasta tarde, hacer deporte, hacer ejercicio, salir con amigos, conocer lugares nuevos, compartir tiempo con la familia, los amigos o con mi pareja". Queremos hacer cosas que nos hagan salir de la rutina y poder, de esta manera, recargar las energías para afrontar las actividades cotidianas del año. 

Pero para algunas personas, al regresar de sus vacaciones, se les hace difícil retomar su trabajo de una manera adecuada y relajada. Padecen lo que se denomina síndrome post vacaciones. 

¿Qué es el síndrome post vacacional? 

También conocido como estrés o depresión post vacacional, es un síndrome que experimentan muchos trabajadores cuando terminan sus vacaciones y tienen que volver a sus puestos de trabajo. Los síntomas se asemejan bastante a los de una depresión clínica: irritabilidad, dificultad para relacionarse con los demás, desánimo, sensación de apatía, insomnio…  

Para ellos, después de haber descansado, haber tenido momentos de relax y haber logrado liberarse por unos días de las obligaciones cotidianas, volver a la rutina es casi imposible. 

Vuelven a su mente aquellos problemas que debían haber resuelto antes del período de las vacaciones y que no hicieron. Se ven como personas que tienen una visión negativa de sí mismas y de todo aquello que les sucede. 
Su capacidad de concentración se ve limitada, así como la tolerancia al trabajo. Cansancio, bajón anímico, angustia, dificultad para conciliar el sueño y mal humor son algunos de los síntomas del "odiado" retorno a la rutina. 
 

¿Qué causa la depresión post vacacional? 

La vuelta al trabajo tras unas largas vacaciones es el principal causante, además de la modificación de las horas de sueño y el cambio en los horarios. El verdadero problema aparece cuando la sensación de desánimo por volver a la rutina laboral se alarga demasiado en el tiempo (más de dos semanas).  

Este síndrome afecta más a aquellas personas que interpretan de manera desfavorable el regreso al trabajo, lo califican como algo negativo y tienen dificultades para vivenciar el disfrute durante el año. Se olvidan de las emociones y sensaciones agradables que sienten durante sus vacaciones. Y que no solo en la época de distensión es posible gozar de la vida, sino que todo el año es importante aprender a disfrutar. Toda esta situación les suele provocar mucho estrés y les resulta difícil poder sobrellevarla. 

Lo importante para evitar este síndrome es no ser exigentes con nosotros mismos. No debemos sentir que somos imprescindibles para hacer las cosas. Debemos modificar creencias negativas, por ejemplo: "si no lo hago yo, no lo hace nadie" o "nadie lo hace como yo". Aprender a pedir ayuda es un paso muy importante. 
Es importante poder tomar una actitud activa para comenzar el cambio y modificar nuestros pensamientos y emociones negativas. Debemos darle importancia a lo positivo que el trabajo nos aporta, y aprender a tener vínculos más sanos con los que me rodean. 

Hacer un cambio de rutina energizará nuestra vida. Lo mejor es realizar actividades satisfactorias que sean duraderas a lo largo del año: meditar, hacer salidas con amigos, con la familia, o con la pareja; practicar un deporte o tener un hobbie; y otras actividades recreativas. 

Debemos ser más positivos, integrar a nuestra vida cotidiana todo lo bueno de nuestra personalidad, y no dejarnos abatir por la rutina. Debemos disfrutar de todos los días del año como si siempre estuviéramos en vacaciones cargando nuestra mente de pensamientos que nos hagan bien y dando gracias por lo que tenemos y no por lo que pensamos que nos falta. 
 

 

¿Qué significa el trabajo para ti?

El trabajo es una forma de realizarse como persona, de sentirse útil para la sociedad y un proceso de aprendizaje constante. Si lo miras de esta manera dejarás de ver la vuelta al trabajo como una obligación. Tienes que pensar que no todo en la vida es trabajar. No eres un esclavo del trabajo, trabajas para vivir y, por supuesto, para poder pagarte las vacaciones que acabas de disfrutar y disfrutarás. 

Sería mucho peor volver de las vacaciones y no tener trabajo, no tener compañeros y no poder pensar en unas futuras vacaciones por no tener posibilidades de hacerlas. 
 

A continuación te vamos a dar una serie de tips basados en técnicas de Coaching para que los implementes y puedas reincorporarte a tu puesto de trabajo con otra energía. 

 
– Afronta el primer día con filosofía 
 
Tómate el primer día como una jornada laboral más, intentando no pensar en lo duro que es y en lo bien que te lo pasaste durante las vacaciones. Por otro lado, además de volver a exigencias y responsabilidades, piensa que también vuelves a ver a tus amigos o compañeros. 

  
– Tómatelo con calma 
 
Tómate tu tiempo para ponerte al día de lo ocurrido mientras estabas fuera y con las cosas pendientes que dejaste antes de irte. A continuación, organízate, establece una línea de trabajo y unos objetivos a conseguir durante la primera semana. Así irás recuperando el ritmo de trabajo al que estabas acostumbrado antes de irte de vacaciones. No te desesperes si ves que te cuesta acostumbrarte otra vez al trabajo, piensa que no eres el único que está padeciendo el síndrome post vacacional, y que cuando quieras darte cuenta, la sensación de desasosiego habrá desaparecido. 

 
– Ponte objetivos nuevos 
 
Volver a trabajar después de vacaciones y pensar que todavía te quedan muchos meses para las próximas sólo incrementará tu estrés post vacacional. Piensa en los días festivos y fines de semana que puedes aprovechar. Por otro lado, márcate metas y proyectos que puedas realizar a través del trabajo, y acudirás a trabajar con la ilusión propia de quien persigue un sueño.  

 
– Un día no es sólo para trabajar  
 
El día tiene 24 horas, y tu trabajo sólo ocupa una tercera parte de ese tiempo. Cuando termines tu jornada laboral, dedica el resto del día para estar con la familia o con los amigos o a practicar actividades que te gusten. Si lo haces durante los primeros, volver a trabajar después de vacaciones será mucho más llevadero. No te lleves trabajo a casa ni te agobies por lo que te espera al día siguiente, eso no te ayudará a superar el síndrome post vacacional. 

 
– Practica deporte  
 
Se ha demostrado que hacer deporte regularmente contribuye a combatir el estrés, además de ser beneficioso para la salud. Además, te ayudará a romper con la monotonía del trabajo y ganarás en energía y salud. No cabe duda, el deporte es uno de tus mejores aliados para superar la depresión post vacacional.  

 

– Procura mejorar las cosas en tu puesto de trabajo 

 
Siempre (o casi siempre) habrá cosas que no te gusten en tu trabajo (tu jefe, algún compañero, etc.) Si es tu caso puedes intentar cambiarlo y, aunque no lo consigas, te quedará la satisfacción de haberlo intentado. Mejora la comunicación, si tienes una idea hazte escuchar, y si algo no te parece bien hazlo saber. Te sentirás mucho más implicado en tu trabajo, y ello hará que el síndrome post vacacional vaya desapareciendo.  

 
– Sé positivo 
 

Éste puede que sea el paso más importante para superar la depresión post vacacional. Acepta el hecho de que ya has tenido tu tiempo para descansar y que ahora toca trabajar después de vacaciones. Piensa que mucha gente no tiene un trabajo al que volver. Afronta tu responsabilidad e intenta hacer tu trabajo lo mejor posible siempre con una sonrisa. Sonriendo serás más feliz y además crearás un mejor ambiente de trabajo.  

 
– Limpieza general 
  
Está demostrado que limpiar nuestra casa tiene efectos beneficiosos para nuestra salud (aumenta el gasto calórico) y nuestra mente (reducción del estrés). Hay que poner las cosas en orden para empezar con buen pie el nuevo curso. Es momento de airear nuestros espacios, cambiar cuadros, mover muebles, pintar nuestro cuarto. Se trata de hacer pequeños cambios visibles. 

Deshacernos de todo lo que estorba (ropa, revistas, objetos inservibles), nos aligerará el espíritu. 

  
 
Fuente: Europa Coaching 
www.europacoaching.com.ar 
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