Si uno piensa en un rico y sabroso asado, también piensa en un muy buen vino. Claro que así como se pone empeño en el corte de carne vacuno favorito y se piensa como ensalsarlo para darle un toque diferente también hay que analizar la bebida que pueda acompañarlo. Actualmente con la diversidad de marcas, varietales, bivarietales o blends más complejos, hay mucho para elegir. Lo bueno es que rara vez, alguien que quiera apreciar un buen corte de carne pueda pensar en una agua saborizada, gaseosa u otra bebida, porque sin lugar a dudas que el cuerpo de un vino tinto, sus buenos taninos y estructura acompañarán mejor la digestión de esta comida.
Si la carne roja está bien condimentada, aromatizada con hierbas, y ni decir si cuenta con una buena guarnición, el vino debe tener una estructura interesante que acompañe a este manjar. Aquí está bueno pensar en vinos de guarda, que son aquellos que pasaron por madera, luego fueron estibados en botellas, procesos que le otorgan aromas y sabores únicos y una complejidad que otros no pueden brindar.
Estos siempre representan la máxima expresión de cada bodega y de cada terruño. Los enólogos les dedican las mejores uvas, las barricas más cuidadas y la mayor cantidad de tiempo para su elaboración y crianza. Además sus cuidados son extremos ya que deben estar resguardados de la luz, la temperatura y los ruidos.
No son vinos simples que uno prueba y olvida y por algo están en un alto nivel, claro que también sus precios son superiores a otros vinos por todo lo mencionado anteriormente.
Sin lugar a dudas, estos vinos potenciarán los sabores de la carne, y de muchas otras comidas que estén a la altura de los grandes exponentes.
Claro que hay muchos vinos jóvenes -recién elaborados y en la plenitud de su frescor-, que acompañarán muy bien a las carnes rojas asadas, pero menos condimentados y aromatizadas. En este caso los precios cambian sensiblemente porque no han pasado por barricas de roble, y son pensados para el consumo anual.
En otros casos también se encontrarán vinos maderizados con chips (trozos de madera que se sumergen al vino), o con otro tipo de maderización, que también se verá reflejado en el precio porque no demanda el costo de los de guarda bien elaborados. Este tipo de madera no aporta la misma complejidad de los vinos criados en barrica, ni tienen el mismo tiempo disponibles para consumo.
En este sentido como no hay nada que supere al gusto personal, cada uno podrá elegir en cada caso, pero es real que acompañan mejor el proceso digestivo de las carnes rojas.
Todos estos detalles son aun más importantes que el varietal con el cual está elaborado cada vino.
La elección
Al momento de elegir, muchas veces uno piensa en el varietal, cuando en realidad lo que más importa es como fue elaborado y la zona de producción. De nada sirve comprar un Syrah o cualquier otro varietal si no está bien elaborado. Acá no queda otra que prueba y error, hasta distinguir aquellos que son mejores.
También se ha popularizado que es el Malbec el que mejor acompaña a un asado pero la verdad es que un buen tinto, con estructura como un Cabernet Sauvingon, Tannat, Syrah, Petit Verdot, o distintos blends, vienen muy bien para estos casos. Afortunadamente en el mercado hay muchos y de muy buena calidad.
