Con la llegada del otoño los días se hacen más cortos, hay menos horas de luz , las temperaturas bajan y nuestro jardín cambia de color. El verde de nuestros árboles es sustituido por los colores típicos de esta estación: ocres, amarillos y rojos, ya que las plantas caducas entran en modo de letargo y como no tienen luz suficiente para generar la energía necesaria para mantener su follaje sellan sus ramas y no mandan savia a las hojas, por lo que estas terminan cayendo. Mientras la mayoría de las plantas se disponen al descanso, los trabajos en el jardín deben realizarse antes de que caigan las primeras heladas. Diríamos que es la primavera a la inversa con la ayuda del clima. El espacio verde está agotado de los calores del verano, sequedad, invasión de insectos y por ende las plantas, una lucha por sobrevivir. Pues ahora llega la oportunidad de enmendar esos daños, de limpiar lo que está fuera de lugar, de recuperar esas plantas, de poner orden. Algunas de las tareas fundamentales a realizar hasta que llegue el invierno son:
Tiempo ideal para la plantación
Es la época ideal de plantación, sin grandes distinciones o exclusiones, plantando de todo en el jardín, flores, arbustos y árboles. Naturalmente algunas especies no se verán hasta la primavera o el verano (como los bulbos), y otras veremos cómo recién plantadas otoñan y pierden la hoja hasta la próxima primavera. Es decir, que plantar en esta estación es bueno para la planta, pero a nosotros nos deja un pozo de amargura porque parece que el jardín se marchita. Pero en realidad bajo tierra está creciendo y preparándose para el nuevo año. Por otro lado, hay plantas y flores que dan todo su potencial en otoño e invierno, y plantarlas será una gran alegría para el jardín en los meses fríos. Hablamos de coles, de pensamientos, ciclámenes, ásteres o brezos.
Momento de hacer esquejes
Puedes hacer esquejes, acodos o división de mata, dependiendo de las peculiaridades de cada especie. En esta época los tejidos no perderán tanta humedad y dispondrán de más margen para generar raíces. Por ejemplo: Rosas, Hiedras, mentas, geranios, potus, yucas, malvones, etc. y la gran mayoría de crasas, son algunas de las plantas indicadas para reproducirse por esquejes. Se recomienda vigilar el estado del sustrato, para evitar la proliferación de hongos.
Limpieza y eliminar la maleza
Esta tarea es fundamental en esta temporada, la limpieza, retirar plantas que no hayan sobrevivido al verano, mantener a raya la maleza, pero por otro lado también se genera mucha materia orgánica: hojas caídas, tallos secos, etc., y no siempre conviene retirar, puede juntarse y triturar para servir de acolchado. Esta tarea suma a la ecología devolviendo materia orgánica al suelo y hace a la economía circular, además, de ser el mulch perfecto para el frío.
Apostar al abono
Respecto a las labores para recuperar a las plantas en otoño, es abonarlas. Sabiendo que el calor pone a prueba las plantas, hay que fortalecer sus raíces y proteger el suelo del calor y la desecación: por ello, hay que apostar por el abonado. El abono líquido es lo más práctico para tus macetas y jardineras. Ya sabes que desde la primavera, has de abonar cada quince días. Se añade un taponcito al riego y listo. Para las plantas del jardín, puedes incorporar abono de liberación lenta. El conocido Nitrofoska, el de las bolitas azules, es muy cómodo de utilizar. Solo tienes que esparcir un poco por el sustrato; tendrán nutrientes suficientes hasta la llegada del invierno. Lee siempre las indicaciones del fabricante, para no pasarte con la cantidad; podrías quemar sus raíces. El nitrógeno intervine decisivamente en la producción de la clorofila y en el crecimiento de tallos y hojas, cosas que no son vitales en otoño. Por otro lado queremos estimular las raíces y darle futuros nutrientes a la planta, y para ello tenemos disponibles humus de lombriz, mantillo, estiércol de caballo o compost. De liberación lenta estos abonos van a aportar un plus de fósforo y potasio, ambos vitales en el crecimiento de las raíces. Parece que es la solución a todo, pero en realidad las plantas dependen del suelo para todo, por ello invertir en el sustrato es la mejor recomendación.
Adaptar el riego a las condiciones del clima
Si las temperaturas disminuyen y llegan las esperadas lluvias, lógicamente las necesidades de riego bajarán. Es coherente entonces cambiar la programación del riego automático. El césped, por ejemplo, ya no será necesario que se moje a diario, con dos o tres días a la semana será suficiente. El riego de las demás plantas también deberá adaptarse, lógicamente atendiendo a su biología. Ve disminuyéndolo progresivamente hasta una frecuencia aceptable. Para ajustarlo, sirven los cálculos, pero no desestimes la observación. Si la tierra permanece empapada demasiado tiempo, las plantas enfermarán; tenlo en consideración. El peligro en esta época, más que la falta de agua, puede ser la deficiencia de aire en el suelo. Si riegas demasiado y anegas el terreno, las raíces no podrán respirar. El drenaje va a tener su papel estelar en esta estación. Conviene comprobar obstrucciones en tubos, canaletas o pozos de drenaje.
Una poda de limpieza viene bien
No se trata de podar por podar, hay que tener siempre una causa justificada. Puede ser para su formación, para el mantenimiento de su porte o para contener su tamaño. Es cortar lo que esté fuera de lugar, ramas secas o quebradas, arbustos o cercos que perdieron la forma, ramas enfermas o exceso de crecimiento. Ten en cuenta que los árboles frutales merecen otra consideración. En las plantas de hoja caduca, la poda otoñal es de mantenimiento, limpiando ramas muertas, en mal estado. Las aromáticas y plantas con desarrollos vigorosos en primavera y verano, como lavandas, salvias, verbenas, gramíneas, entre otras, se podan intensamente en el otoño, reduciéndolas a 1/3 de su tamaño, o incluso más en algunos casos. Esto favorecerá un crecimiento sano y vigoroso en la primavera. De no hacerlo envejecerán y se volverán muy leñosas.
Controlar las plagas
El otoño es una estación clave para sus plantas, sí en la provincia suele tener días calurosos, otros más frescos y vientos. Por ello los insectos continúan habitando en nuestro jardín. Las plagas son las mismas de la primavera, pulgón, arañuela, mosca blanca, cochinilla y hormigas. Pueden sumarse las orugas y caracoles. Lo importante es tener una buena observación de tus plantas y realizar fumigaciones cada 15 días.
El otoño permite la recuperación y la fortaleza nutritiva para descansar bien en invierno. Así lograrás llegar a la primavera con vigor en condiciones de salvar tus plantas y poder disfrutar tu jardín