Estos días son de muchos logros y avances para el sector de los productores y empresas dedicadas a la obtención de simientes, ya que al desarrollo que viene proponiendo en la cadena semillas el PROSAP con su proyecto local, se suma ahora el de la Agencia de Calidad San Juan, que coordina Leonardo Gioja.
En poco tiempo, este segmento de la agricultura sanjuanina, que casi no existía en el pensamiento de muchos políticos y dirigentes, está surgiendo de a poco y muestra sus uñas en una economía devastada por la crisis internacional, el mal momento argentino, la inflación y el aumento de costos y los bajos precios, entre otros.
En otro ámbito, finalmente pronto se tratará el proyecto que coordinó el diputado Javier Ruiz (PJ) en cuanto a Ley de Semillas. Próximamente se viene la reglamentación de la misma, vital para el futuro de la actividad y el avance de los demás proyectos -de gran envergadura- que vienen apuntalando a este rubro de la agricultura, por muchos años relegado por otros.
Con la intención de proteger la actividad, mantener la pureza de las obtenciones, organizar el empleo de las tierras, y apuntar a ubicar a San Juan en lo más alto en calidad final, este proyecto ingresó en la Cámara de Diputados este proyecto para su tratado. Consta de 11 artículos por el cuál se legisla sobre la actividad de agricultores sanjuaninos, dedicados exclusivamente a la producción de semillas. Desde hace varios años se viene observando la necesidad de una legislación que organice el empleo de la tierra para maximizar su producción en lugar de dejar que haga el particular, conforme a su simple entendimiento, lo que le parezca, y de esta forma vaya destruyendo las zonas factibles de producción de semillas por contaminaciones cruzadas.
Algo de historia
Mucho es lo que han hecho -en 30 años- los agricultores por su cuenta, también es valioso lo realizado por el INTA San Juan en investigación y desarrollo durante los últimos 25 a 35 años, con la inscripción en el Registro Nacional de Cultivares de variedades de cebolla como la Angaco, Tontal; Carolina y otras; participando en la generación de la Valcatorce (conocida en todo el mundo); de zanahorias como la Criolla; tomates como Raúl, muy bueno para invernaderos; de berengenas como Violeta Selección San Juan y puntuales variedades como es el caso del pimiento para pimentón Guanacache, todas del equipo dirigido por el genetista Antonio Raúl Acosta, conocido en Argentina y el exterior.
También es valioso lo hecho por extensionistas y asesores privados, que de a poco han sumado conocimientos, experiencias y resultados en ensayos muchas veces de gran importancia para el sector.
Asimismo la presencia de visitantes extranjeros casi en forma permanente en los últimos años ha mejorado los conocimientos y la metodología de trabajo de campo y en general, de todos los agricultores sanjuaninos que se dedican a la exportación de semillas, intercambiando experiencias y transformado muchas veces ideas en alta calidad de simientes de hortalizas y forrajeras.
Es importante destacar que a los mercados es necesario mantenerlos a través de la pureza de los productos, los cuales pueden verse contaminados y por tanto, ser rechazados internacionalmente. Se busca mejorar en el aspecto nacional, donde no hay controles de laboratorios de la calidad de la semilla, y se compra tradicionalmente por el apellido. Por ello, desde ASPROSEM (Asociación Sanjuanina de Productores de Semillas), que reúne 39 empresas, informan que estas firmas pueden verse seriamente afectadas si aparecen contaminaciones de lotes, por ejemplo entre cebollas de ciclos de vida distintos, o zanahorias de diferente color.
Con el relevamiento de especies de polinización cruzada, efectuado en el 2009, se conoce el mapa sanjuanino de la actividad, se coordinan acciones desde la asociación y con el apoyo de SAGyA para evitar conflictos entre productores y se está zonificando geográficamente para dar mayor seriedad a la actividad.
Además, se ha pensado en censar, para la próxima campaña, la totalidad de las especies que se producen, siendo hortalizas y forrajeras las más importantes.
Un sector que avanza, lentamente, pero sin detenerse.

